Dos policías rebeldes (Bad Boys) fue en 1995 el trampolín de Hollywood tanto para el director Michael Bay como para el actor protagonista Will Smith. Además, sentó las bases de una de las sagas más emblemáticas de la historia del cine de acción que, a día de hoy, consta de cuatro películas.
La primera aparición de Mike Lowrey (Smith) y Marcus Burnett (Lawrence), quienes deben recuperar un alijo de heroína valorado en 100 millones de dólares robado de la comisaría para restaurar la reputación del Departamento de Policía de Miami, sigue siendo hoy en día no solo un hito del cine de acción, sino también uno de los clásicos del cine del género de los años 90.
Después de que la película no encontrara ningún estudio dispuesto a producirla, el entonces director de videoclips Michael Bay recibió finalmente 15 millones de dólares para su debut cinematográfico. Para una producción de Hollywood, incluso en aquella época, era una cantidad muy pequeña.
Pero precisamente esas necesarias medidas de ahorra fueron las que acabaron dando a Dos policías rebeldes ese toque tan especial que tanto aman los fans de la acción. Por ejemplo, Mike y Markus conducen el Porsche personal de Bay durante toda la película y Will Smith consiguió el papel de casualidad, ya que su moderan remuneración -en ese momento solo era conocido por El príncipe de Bel-Air- aún encajaba en el presupuesto.
Billy Bob Thornton tampoco se cree que Taylor Sheridan haya sido capaz de escribir esta escena en 'Landman': “Me daría un ataque”El resto ya es historia. Mientras Bay continuó con éxitos como Armageddon o La Roca, Smith se convirtió en una superestrella mundial, protagonizando taquillazos como Independence Day o Men in Black. Además, el éxito de la película se tradujo también en un spin-off en formato serie titulada L.A.'s Finest: Policías de Los Ángeles con Jessica Alba y Gabrielle Union como protagonistas.
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