Keira Knightley es la personificación de todo el daño que puede hacer el glamour más brillante de Hollywood. Y lo decimos en el mejor de los sentidos porque ella misma se ha encargado de dar luz a todos los trastornos mentales que conlleva tener una cara tan reconocida como la suya. La actriz alcanzó la fama con tan solo 18 años cuando fichó por Piratas del Caribe y ha pasado décadas enfrentándose a la explotación de la industria y directores que sobrepasan los límites.
Knightley ha sido sexualizada y cosificada en numerosas ocasiones. No olvidemos que cuando se convirtió en el interés amoroso de Love Actually, cinta donde se casaba con Chiwetel Eijofor y Andrew Lincoln sufría porque nunca podría estar con ella, era una adolescente de 18 años, es decir, sus parejas en la ficción le sacaban 8 y 11 años respectivamente.
"Demasiado guapa para el papel... Ah no, estás bien"
Uno de los papeles que consagraron la carrera de Knightley fue el de Elisabeth Bennet, de Orgullo y prejuicio. La actriz ya era conocida en la industria porque había encadenado varios éxitos, por lo que el director, Joe Wright, la conocía. Estuvo a punto de quedarse sin trabajo porque Wright pensaba que era "demasiado guapa". Habló de ello en un antiguo programa con Conan O'Brien emitido en 2005.
Dijo que era demasiado guapa. Es una forma bonita de perder un papel. No te puedes enfadar mucho por ello. Luego me conoció y dijo: 'Oh, no, estás bien'
Aunque cuenta esta anécdota entre risas, Knightley tiene muchas historias desagradables que compartir relacionadas con la industria. Hace ya una década contó en The Graham Norton Show una audición con David Cronenberg de la que tiene un recuerdo especialmente malo. "Tuve que conectarme con Cronenberg por Skype para que pudiera ver las extrañas caras de sexo que había planeado", dijo en el programa, "Es terrible en todos los sentidos porque no le conocía. Fue en plan: 'Hola, encantada de conocerte'. Y, después, de repente: 'Oye, ¿cuáles son tus caras de sexo?'. Justo antes las había estado ensayando en el espejo, lo que es raro".
La prueba era para Un método peligroso (2011) y, por suerte, la desagradable prueba le hizo sumar un título sobresaliente que sirvió para reforzar su filmografía.
"Es horrible en todos los sentidos": Keira Knightley tuvo que pasar por una audición espantosa con David CronenbergEn otras ocasiones la intérprete ha desvelado los problemas mentales derivados de la presión de la industria que ha sufrido, especialmente cuando era joven y estaba trabajando duramente para hacerse un hueco. En 2018 confesó que tuvo una crisis mental a los 22 años y fue diagnosticada con TEPT. "Tuve una crisis nerviosa a los 22 años, así que me tomé un año sabático y me diagnosticaron trastorno de estrés postraumático debido a todo eso. Me metí en terapia a fondo y ella [la terapeuta] me dijo: 'Es increíble. Normalmente vengo aquí y me encuentro con gente que cree que la gente habla de ellos y que los están siguiendo, pero en realidad no es así. ¡Eres la primera persona a la que le pasa eso!", confesó en una entrevista con The Hollywood Reporter.
Ella no es la única a la que le pasan estas cosas, pero desde luego es de las pocas valientes que se atreven a desvelar su lado más vulnerable.