Wolfgang Petersen se lo pasó muy bien rodando Air Force One, y no es para menos. Primero, les llevaron a hacer un tour privado del avión del presidente de Estados Unidos, y después tuvo el privilegio de trabajar con un Gary Oldman que había rechazado aparecer en Speed 2 para hacerlo aquí. Tanto fue así, que renombró a la película como Air Force Fun. Muy divertido para todos los implicados (y un éxito rotundo en taquilla)... excepto para el equipo de efectos especiales, que se sacó de la manga uno de los peores momentos de la historia del cine.

Air Force Buagh
Y es que Richard Edlund y su equipo hicieron lo que pudieron para sacar la película adelante, trabajando con miniaturas espectaculares mezcladas con efectos digitales, digamos, no tan espectaculares. Prueba de ello es el momento en el que el Air Force One choca contra el agua, que tiene unos efectos visuales dignos de película para DVD de dos años antes del estreno. Y ya es decir. Nadie se explica cómo pudo ocurrir algo así, pero todos os lo podéis imaginar.
"Fue una pesadilla para nosotros", comentan. "No pudimos hacer más de quizá el 80% de lo que queríamos conseguir, y nos quedamos sin tiempo. Seguimos trabajando en ello, incluso durmiendo en el trabajo y trabajando de noche, haciendo lo que podíamos para mejorarlo, y lo que tuvimos fue lo mejor que se pudo hacer". Petersen tenía que sacar la película, no había tiempo para retrasarla y fue lo que fue, por más que el equipo se siga lamentando a día de hoy.
Por suerte, las escenas en las que se utilizaron miniaturas siguen funcionando estupendamente incluso ahora. Como curiosidad, por cierto, el avión de los efectos visuales era el mismo que el año anterior se usó en la película Turbulencia: Abróchense los cinturones pero vuelto a pintar. Y sí, lucía mejor que cualquier plano hecho con ordenador. Era 1997, tampoco les podíamos pedir mucho más.