Es una de las frases más míticas de Marty McFly en la trilogía 'Regreso al futuro' pero en la primera película no hay ni rastro de ella
Alicia P. Ferreirós
Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

"Nadie me llama gallina"

Si hay algo en la vida que sacaba de sus casillas a Marty McFly, el inconfundible protagonista de la trilogía de Regreso al futuro, es que alguien le llamase "gallina". Y eso le trajo algunos problemas.

Para el joven personaje interpretado por Michael J. Fox no había peor ofensa que que alguien le considerase un cobarde. Para él, la palabra "gallina" era como pulsar un botón que le hacía perder el sentido y a menudo eso le llevaba a tomar problemáticas y poco acertadas decisiones. Sin embargo, aunque la frase "Nadie me llama gallina" es sin duda una de las más míticas y recordadas del personaje, lo cierto es que no hay ni rastro de ella en la primera película estrenada en 1985.

Regreso al futuro
Regreso al futuro
Fecha de estreno 3 de julio de 1985 | 1h 56min
Dirigida por Robert Zemeckis
Con Michael J. Fox, Christopher Lloyd, Lea Thompson
Medios
3,9
Usuarios
4,5
Sensacine
3,0
Ver en Amazon Prime Video

La primera vez que Marty McFly reacciona a su palabra-kriptonita fue en la segunda película, Regreso al futuro II, estrenada en 1989, y, según explicaría Bob Gale, creador de la trilogía junto a Robert Zemeckis, lo hicieron porque necesitaban introducir un defecto en su personalidad que le acabase brindando problemas que ayudasen a conducir la trama.

Así, aunque en la primera película ya se establece que Marty es un joven que se deja provocar fácilmente, algo que ya se nota en la escena de la cafetería cuando Biff Tannen humilla a su padre George McFly, los guionistas no introdujeron el famoso "Nadie me llama gallina" hasta la secuela.

"Cuando llegó el momento de hacer las secuelas, nos dimos cuenta de que necesitábamos darle a Marty un defecto de carácter que tuviera que corregir", aseguró Gale en declaraciones a CinemaBlend. "Y realmente no establecimos un defecto de carácter real en la primera película porque el personaje que experimenta un crecimiento en ella es George McFly. Pero sí establecimos que Marty es un poco impulsivo. Así que pensamos: '¿Sabes qué? Usemos eso".

Usemos eso como el defecto de carácter de Marty: su carácter impulsivo. Y podemos verbalizarlo haciéndole decir: '¡Nadie me llama gallina!'. Para cualquiera que lo llame gallina, ese es su talón de Aquiles.

La primera vez que Marty sobrerreacciona al insulto ocurre en la escena de la cafetería tematizada de los 80 que el personaje visita en su viaje a 2015, y quien se lo llama es Griff, el hijo de Biff Tannen, quien se acaba llevando un puñetazo. Asimismo, la palabra gallina también es el detonante para el duelo con Bufford Tannen en Regreso al futuro III, la película wéstern de la saga.

A pesar de los problemas, que le ocasiona en su vida, incluyendo evitar el accidente de coche que, en otra línea temporal, fue el detonante que llevó su vida al desastre, Marty McFly acaba dándose cuenta de la importancia de no dar tanta importancia a una simple palabra en parte gracias a los consejos de su ancestro Seamus McFly, que en la tercera película le cuenta cómo el temor de ser considerado un cobarde acabó con la vida de su hermano.

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