James Cameron, director de varias de las películas más taquilleras de todos los tiempos, se considera una persona con humor, pero hace 12 años se convirtió en el blanco de una broma durante la ceremonia de los Globos de Oro de 2013 que todavía le escuece. El cineasta lo ha reconocido así en una entrevista con The New York Times con motivo del estreno de la tercera película de su saga de ciencia ficción, Avatar: Fuego y ceniza, recordando un incómodo momento que para él no fue humor, sino directamente un insulto injustificado.
La broma en cuestión tuvo lugar en la ceremonia de los Globos de Oro de 2013, en la que Kathryn Bigelow estaba nominada a mejor dirección por la película La noche más oscura. El premio fue a parar a Ben Affleck por Argo, pero la cinta de suspense fue una de las grandes protagonistas de la gala ya desde el monólogo inaugural, momento en que se produjo la broma que ahora ha rememorado Cameron asegurando que se pasaron de la raya.
La artífice de la broma fue la cómica y actriz Amy Poehler, copresentadora de la gala junto a su compañera Tina Fey. En su monólogo, Poehler hizo un guiño a la controversia en torno a la representación de la tortura en la película de Bigelow -sobre la caza y captura de Bin Laden- haciendo alusión al matrimonio de James Cameron y la cineasta, que estuvieron casados durante dos años. "Cuando se trata de tortura, confío en la mujer que pasó tres años casada con James Cameron", digo Poehler sin pelos en la lengua.
"Fue demasiado lejos"
El comentario de Amy Poehler fue una indirecta ignorante, en un evento que se supone es una celebración del cine y los cineastas, no una broma
"Soy bastante insensible y me encanta ser el blanco de una broma, pero fue demasiado lejos". Además, a Cameron tampoco le gustó la reacción del público: El hecho de que a la gente le pareciera gracioso demuestra exactamente lo que piensan de mí, aunque no tengan ni idea de quién soy ni de cómo trabajo".
Asimismo, Cameron recordó otra ocasión en la que se sintió incómodo respecto a la actitud de Hollywood en torno a su ex matrimonio: en la temporada de premios 2009-2010, los dos directores habían estrenado película y se vieron "enfrentados" en varios eventos. Cameron con la primera Avatar y Bigelow con En tierra hostil. Bigelow se impuso a Cameron y ganó el Oscar a mejor director, y también ganó el de mejor película.
"Fui el primero en ponerme de pie aplaudiendo", recuerda Cameron. "A Kathryn y a mí nos pareció muy graciosa toda la metanarrativa que nos rodeaba. Me preocupaba un poco que le restara credibilidad como cineasta. Empezó a convertirse en una conversación que no giraba en torno a su película, y eso nos molestó a ambos".