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Esta vez, la acción se sitúa en 2024, donde un juego llamado Slayer enfrenta a presos condenados a muerte en la vida real. Si el recluso consigue sobrevivir 30 veces, consigue la libertad.
La clave del parecido entre las dos tramas es que los participantes están atrapados de una manera similar. Es un paralelismo menos claro, pero sigue resultando un buen ejemplo para aquellos que adoren los aspectos de batalla de la saga de Katniss Everdeen.