Fernando León: "El cine está para meter el palito en el ojo"

Fernando León (Madrid, 1968) ha logrado encumbrarse en una noche de los Goya en los que la película escrita y dirigida por él ha logrado 6 premios de la Academia, entre ellos del de Mejor película. Él, en concreto, se ha llevado el de mejor director, y mejor guión. Con estos dos nuevos premios ya son 6 los Goya que atesora en su carrera este guionista, director y productor con más de 24 años de profesión. 

Al recoger su primer Goya de la noche explicó que las primeras notas de El Buen Patrón comenzó a escribirlas hace 11 años, en plena crisis económica, y que fueron las sucesivas reformas laborales las que le animaron a terminar la película. "Este momento es solo la foto de llegada, pero el cine es una carrera de fondo", dijo. La suya había tropezado el lunes, cuando los Premios Oscar no seleccionaron su filme en la criba final para Mejor película de habla no inglesa, aunque el sábado veía cómo se encumbraba su película en los Goya. Fernando León atiende a SensaCine por teléfono.

El buen patrón

Fecha de estreno 15 de octubre de 2021 | 2h 00min

Dirigida por Fernando León de Aranoa

Con Javier Bardem, Manolo Solo, Almudena Amor

Medios

4,1

Usuarios

3,8

Pregunta: ¿Por qué crees que El Buen Patrón ha conseguido convertirse en la película más premiada?

Respuesta: Creo que tiene que ver con lo que cuenta y cómo lo cuenta: habla de relaciones laborales, de despersonalización, abuso de poder... y eso le cae de cerca a mucha gente.  Y creo que es determinante que la película lo hace con humor y de una manera a veces un poco salvaje, catártica...

Y hace que la gente se ría el fin de semana de lo que padece entre semana: llega el viernes y te ríes, y hay algo de catárquico en la risa. Es de alguna manera una forma de exorcizar lo que padeces de la semana, como el empleo y la precariedad.

P: Este era un año de magnífico cine español, con lo que más orgullo aún

R: Es un año magnífico y más allá de las que han entrado en la recta final de las nominadas hay otras tantas que se han quedado fuera. Y es una pena porque en este año se han hecho películas que son muy interesantes como Maixabel, y son importantes como sociedad porque hablan de la reconciliación, lo que es muy valioso; me pasa con La Hija de Manuel Martín Cuenca o Mediterráneo... Son historias que había que contarlas. Y nos cuentan muy bien como sociedad.

P: ¿Crees que en EEUU han entendido 'El Buen Patrón' y su humor?

R: No tengo ninguna duda de que lo han entendido. En realidad cuando haces una película, cuando la escribes, o la ruedas, no la haces, ni la piensas para un momento, ni para un público concreto. Pero esta historia habla de cosas que son universales y que ocurren ahora pero también se entenderán dentro de 20 o 30 años, y también en otros países y otros públicos. En las proyecciones de la película en las que he estado en EEUU la gente entendía el humor, las situaciones, se reían de los mismos momentos que en España, pero también en Portugal... La complicidad es total con los personajes desde el primer momento. Entendían perfectamente al personaje, qué tipo de persona es y cómo se desenvuelve en la vida y eso me tranquilizó desde las primeras escenas.

P: Aún así es una pena que no hayas logrado la nominación a los Oscar

R: Pero haber estado en el camino ya le da una mayor importancia a la película, la expone a más gente, le da más vuelo, le abre a otros países. Y en lo personal es una gratificación haber llegado hasta ahí en esa ceremonia que uno ha visto desde pequeño, y entra en lo simbólico. Hay muchas películas ahí entre las preseleccionadas: hay grandes directores y grandes películas.

P: ¿Hasta qué punto que estuviera Javier Bardem ha sido determinante para estar en esa preselección?

R: Javier es un actor muy respetado en EEUU y es muy querido, con un enorme prestigio y la gente le quiere mucho. Se caracteriza por haber estado en buenas películas y haber escogido mucho sus trabajos. El hecho de que esté en una película ya es una garantía para mucha gente que le hará más caso porque piensan "si la ha hecho Bardem, es por algo" y viendo su trabajo deslumbra mucho. He escuchado comentarios muy positivos. Suma y suma mucho

P: ¿Cómo ha sido el reencuentro en una película que habla de la precariedad de nuevo pero 20 años después de 'Los Lunes al sol'?

R: Hemos celebrado mucho los dos el volver a trabajar juntos. Disfrutamos mucho del trabajo en común con una peli como esta con temas parecidos a Los lunes al sol y con otro ángulo como es hacerlo desde el punto de vista del patrón, pero también contando la historia de los trabajadores. Ahora 20 años después hablamos de la despersonalización de las relaciones laborales y la precarización: es una historia muy distinta pero nos da el contraplano 20 años después... Nos apetecía mucho hacerlo y hacerlo con él. Es muy cómplice y divertido en el trabajo y fuera del trabajo.  Embellece las cosas y la confianza que tenemos lo hace todo más enriquecedor: me trae mucho, le devuelvo mucho y hace que lo hagamos sin miedo.  Sentimos que trabajamos con mucha seguridad y te arriesgas más.

P: ¿Qué le ha aportado Javier Bardem a su personaje?

R: Tiene mucho de su aportación en cómo camina, cómo habla, cómo trata a la gente... Él me dijo "Fernando yo quiero tocar mucho a los personajes". Así que les coloca la chaqueta, les toca mucho, es como si fuera su dueño, como si fueran suyos. Y es muy importante porque eso compone en la pantalla una dimensión fundamental. Lo vemos en cómo camina con poder, con autosuficiencia. Siempre se camina así cuando estas acostumbrado a conseguir lo que quieres, y eso me gusta mucho encontrarlo con él.

P: Pero el rol de las mujeres sigue siendo una tarea pendiente, hemos pasado de la mujer florero y la mosquita muerta a la joven malvada...

R: La película es una sátira y no salva a nadie, no hay santos, todos tienen sus propios intereses que son lo que les mueven. No se mueven por la solidaridad, ni por compañerismo y Lliana no es una excepción. Pero su personaje nos permite romper con la rutina. El patrón piensa que es más de lo mismo, que él iba a poder controlarlo como estaba acostumbrado a hacer usando su poder. Pero le sale mal. Liliana le da la vuelta a eso y es más fuerte que él y puede manejarlo y eso cuenta. Y hay una serie de comportamientos que no son modélicos pero el cine no está para contar comportamientos modélicos, para eso es la publicidad. Cuando el cine haga eso se acabó función que es la de inquietar, meter el palito en el ojo.

Si no sabes qué ver y quieres recibir los estrenos en tu mail apúntate a nuestra Newsletter