Los coordinadores de intimidad se han convertido en una figura imprescincible en cualquier set de rodaje y su principal misión, aunque su trabajo no solo incluye coordinar escenas de sexo sino cualquiera relacionada con la intimidad del actor o actriz, es asegurarse de que los involucrados se sienten protegidos y cómodos a la hora de preparar y llevar a cabo el rodaje de las secuencias más íntimas. Esta figura se ha vuelto muy habitual en los últimos años y, desde su surgimiento en Estados Unidos, cada vez está más presente en la industria en otros países.
Así pues, resulta impensable que en títulos con alto contenido erótico, como la saga de películas 365 días que ahora acaba de estrenar su tercera película en Netflix, no cuenten con uno o varios de estos coordinadores. Por supuesto, en las películas basadas en la trilogía literaria de Blanka Lipinska han contado con el suyo propio, pero su protagonista no se ha cortado a la hora de asegurar que él no lo necesita.
En declaraciones a Metro, Michele Morrone, el encargado de encarnar al polémico personaje Massimo, no le ha restado importancia a los coordinadores de intimidad, ni mucho menos. Según el actor, entiende que es necesario para otros de sus compañeros y para diversos miembros del equipo, pero personalmente tiene claro que no es una figura que necesite.
'365 días 3': Final de la película explicado, ¿es igual que en el libro?No necesitaba un coordinador de intimidad que me ayudara... Por supuesto, es una persona importante a tener en el set para los otros actores y para las personas que trabajan detrás de las cámaras. Nos ayuda a todos pero, personalmente, no, no lnecesito a nadie
"Me gusta construir un personaje y una escena de la forma en que lo he imaginado en mi cabeza y como me gusta trabajar el guion", añade en sus declaraciones. Además, tiene una gran complicidad con su compañera, la encargada de interpretar a Laura, y eso siempre ayuda: "Anna [Sieklucka] y yo somos realmente muy buenos amigos. Cada día me siento más cercano a ella; nos damos consejos y nos queremos".
Si estás al tanto de la saga 365 Días te sorprendería imaginar el rodaje sin estos profesionales coordinando las numerosas escenas de sexo que alberga cada una de las películas y que ponen los ojos como platos a más de uno. La primera película estrenada en 2020 no pasó en absoluto desapercibida por esta razón y también fue objeto de polémica por su violencia sexual y romantización del Síndrome de Estocolmo, puesto que su protagonista es una mujer secuestrada. Entonces se habló mucho también sobre las escenas de sexo y sobre lo reales que parecían y Michele aseguró que era así porque era fruto de un buen trabajo.
"Queríamos que la cámara fuera lo más invisible posible, para permitirles actuar, por lo que las tomas fueron muy, muy largas", comentaba a Variety el director de fotografía Bartek Cierlica. "Creamos la atmósfera más íntima posible para los actores. Redujimos el equipo en el set al mínimo". Y añadió: "Queríamos que el sexo fuera bastante auténtico. Que el espectador escuchara sus susurros y respiraciones, queríamos mostrar el sudor, la pasión. Que fuera natural, auténtico, pero sin cruzar la frontera de la pornografía".
Tras el estreno de 365 días más, la tercera película, en Netflix, el plan inicial para la adaptación de las novelas ha quedado completado. No obstante, el desenlace abierto deja muchas dudas sobre la intención de la plataforma sobre el futuro de su criticada saga.
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