Curtido en el mundo del videoclip, en el que, de la mano del colectivo audiovisual Manson, ha trabajado para artistas como Rosalía o Katy Perry, el director Tomás Peña ha podido estar muy cerca de artistas nacionales que han echado mano del folklore para incorporar nuevos sonidos a su música y enriquecerla, dándole “una vuelta de tuerca”. Pero sentía que ese movimiento “todavía no estaba pasando en la ficción: en el cine y la tele” española.
De esta oportunidad nace Romancero, la nueva serie de terror de Prime Video protagonizada, entre otros, por Ricardo Gómez, Guillermo Toledo, Alba Flores o Belén Cuesta. La producción, que se estrena este 3 de noviembre, es fruto de un trabajo de creación conjunta entre Peña y Fernando Navarro, responsable de guiones como los de Verónica, Bajocero o Venus.
El resultado es un universo muy personal en el que conviven elementos como la estética anime, los poemas lorquianos o una canción de Julio Iglesias: “Romancero se sostiene en el costumbrismo español, en el cine de [Francisco] Rovira Beleta, de Eloy de la Iglesia o de Víctor Erice, que son tres directores que me apasionan, y también hay una parte muy grande del thriller de Hollywood de los 90’ y 00’, y el anime y el terror japonés”, explica el director a SensaCine.
La serie empieza con la huida de Jordán (Sasha Cócola) y Cornelia (Elena Matic), dos adolescentes a los que la vida no se lo ha puesto fácil. Arrinconados por sus circunstancias, llegan a un pacto: yo cuido de ti, tú cuidas de mí.
Para Cócola (Techo y comida), entre él y su compañera de rodaje hubo una “muy buena conexión” nacida el primer día: “Hay veces que se puede construir y hay veces que sale sola, y sentí que desde el principio hubo un vínculo que salió bastante natural. Luego, nuestra coach nos ayudó a fortalecerlo, a que quedara realista, y a responder a la pregunta de por qué Jordán y Cornelia, que son tan distintos y se encuentran en un momento tan complicado de su trayecto, deciden avanzar juntos. Y lo veo como que ambos están necesitados de cariño, de una persona en la que confiar y apoyarse”.
Prime Video
Si bien la serie se apoya en 'flashbacks' que profundizan en las sombras de los protagonistas, la acción de Romancero transcurre en una sola noche. En ella, se emprende una doble persecución: la terrenal, que llevan a cabo dos policías (interpretados por Ricardo Gómez y Guillermo Toledo), y la emprendida por criaturas sobrenaturales.
El terror, según el director, está en esa primera dimensión, la más cercana a nuestra realidad:
La parte fantástica es pop y casi inocente, naíf, no da mucho miedo. Los personajes fantásticos pueden crear un poco de incomodidad, pero lo que da más miedo es ver a los personajes más realistas cometer ciertas atrocidades
“La mayoría de los humanos [de la serie] carecen de empatía. Les falta compasión”, complementa Julieta Cardinali. La actriz argentina es aquí Caterina, una predicadora de apariencia impecable que recorre el pueblo anunciando “el reino de Dios” pero que guarda un lado oscuro. Esta dualidad, afirma, “se puede ver diariamente no solo en lo religioso, sino también políticamente, con la gente que nos ofrece un discurso salvador, que nos va a llevar a un lugar mejor y, en realidad, su fin es otro”.
UN RETRATO DE LOS OLVIDADOS
Rodada entre el desierto de Almería y la provincia de Granada, Romancero transcurre en un entorno hostil, un lugar en el que escapar es la única opción para prosperar. Y aunque el director afirma que se quería “alejar de la crítica social”, la serie retrata un cúmulo de problemas existentes e incómodos. Lo señala Alba Flores: “Las infancias rotas, explotadas, maltratadas, la pérdida de la inocencia en la infancia a edades muy tempranas… Creo que eso está muy presente, como la violencia de género, el racismo o el abuso de las autoridades. También, qué pasa con las personas que están olvidadas, donde el sistema no quiere mirar”.
Prime Video
La protagonista de La casa de papel se mete en la piel de Tábata, una mujer que ejerce como protectora de Cornelia y que se alza como uno de los personajes con más carisma de la serie, a pesar de sus breves apariciones. “Esta era una propuesta que, encima de la mesa, tenía muchas posibilidades. Y lo que me lleva a decir ‘venga, sí, me meto en este viaje’ es el espíritu de aventura. Me apetecía poder saborear un mundo tan alejado, algo que no es humano”, recuerda la actriz, que bromea diciendo que, en esa búsqueda de personajes opuestos a ella (“cuanto más alejados de mí, mejor”), le apetecería hacer próximamente alguno “un poco fachoso”.
Romancero está compuesta por seis episodios de 30 minutos, lo que le da todas las papeletas para convertirse en carne de 'binge-watching'. Desde el principio, explica Peña, la intención era hacer una serie ágil. “Hay algunas series que son muy largas y a veces ves que tienen la necesidad de llenar el tiempo, y Fernando y yo queríamos evitar eso, preferíamos dejar al espectador con las dudas, que se cuestionara cosas y que conectara sus propios puntos”, asegura.
Por eso, la producción no se pierde en explicaciones que se adentren en el origen de ese mundo sobrenatural. “Queríamos tratar al público como seres inteligentes y que tuvieran su propia experiencia. Nos parecía más interesante que querer dar todos los detalles y extender todo”, concluye el director.
