Finalmente llegados a la quinta entrega del universo de DC Comics a cargo de Zack Snyder, las expectativas estaban hasta las nubes y había llegado el momento de presenciar a los héroes de DC reunidos por primera vez en el cine. Era muy esperado que se había anunciado por medio de los cameos de la segunda y tercera entrega. Pero lo que tendría que haber sido un gran impulso para el Snyderverse, termino siendo lo contrario. Justice League es una película de superhéroes que cumple su objetivo de reunir personajes icónicos para enfrentar una gran batalla. Bruce Wayne cumple su promesa su reunir a estos héroes para enfrentar al mal y de cierta manera sentirse mejor consigo mismo. Bruce se siente culpable por lo sucedido con Superman y está seguro de que reunir a estos héroes es lo menos que puede hacer para mantener la esperanza. El mundo está en luto por la pérdida de Superman y Bruce quiere asegurarse de que el sacrificio de aquel héroe no haya sido en vano. Cuando descubre que existe la posibilidad de traer a Superman de regreso, lo ve como una oportunidad de enmendar su error y devolverle al mundo a su héroe perdido. Es una buena historia lo que esta película ofrece. Cuenta con un buen elenco interpretando a cada uno de sus personajes correctamente. Mientras Batman, Wonder Woman y Superman se reúnen con el mismo nivel prometedor que tenían en las entregas anteriores, se introduce por primera vez a Flash, Aquaman y Cyborg para al fin verlos en acción. El resultado no es una película mala y resulta ser muy agradable de ver para quienes hayan visto la versión animada. El asunto es que esta película se volvió controvertida al punto de dividir a los fans debido a muchos factores. La razón primordial es que no era exactamente igual a lo que Zack Snyder había planeado. Mientras él dirigía la película, ocurrió un triste incidente en el que su hija perdió la vida y Zack tuvo que estar de luto para recomponerse. Lo más humano que Warner Bros podría haber hecho es poner la producción en pausa y dejar que Zack se tomara su tiempo para después seguir haciendo la película con tranquilidad. Pero como los negocios siempre son primero, prefirieron reemplazarlo por Joss Whedon. Es aquí donde la productora cometería un grave error que afectaría los planes originales de las próximas películas. Existen cosas que se pueden notar en esta película que la hacen diferente a las entregas anteriores. Existen momentos que tienen el estilo visual de Zack Snyder, pero hay otras escenas que tienen un tono diferente. El cambio no solo se puede notar en las escenas, sino en la narrativa. Conociendo el estilo de Snyder, es fácil darse cuenta de que su narrativa se basa bastante en lo mitológico. Eso es algo que no está del todo presente, a pesar de que hay seres que tienen esencia mitológica. Lo que se nota bastante en el tono es que intentaron emular bastante a Marvel. Warner Bros quiso hacer eso desde antes y se nota por los cambios que mandaron a hacer en algunas entregas. En Batman V. Superman hicieron recortar casi 30 minutos de metraje para evitar una calificación R, pero no fue un daño muy severo. Suicide Squad sufrió una reedición y nuevas tomas que alteraron algo de lo planeado, pero al menos conservo su tono sombrío. Wonder Woman tiene escenas más coloridas, pero están bien balanceadas con la narrativa épica. Con Justice League fueron más a los extremos al reescribir el guion, eliminar o modificar muchas escenas claves, hacer nuevas tomas y simplificar la historia original de Snyder. Terminaron rehaciendo casi toda la película por completo. El resultado final fue una película palomera que es bastante divertida, pero no se siente como el gran evento que Snyder prometía. Existen momentos humorísticos que son poco comunes en una película de Zack Snyder. Hay diálogos que son simplones o no se sienten muy inspiradores. Se resume demasiado rápido los momentos claves como el origen de Cyborg, la primera batalla con Steppenwolf o el plan para resucitar a Superman. Steppenwolf ya estaba planeado desde antes y se intentó introducirlo en Suicide Squad, pero lo reservaron para esta película. Aunque es un villano formidable, se siente como un villano genérico de turno. El final que tiene es rebuscado y muchos no le encontraran sentido. Las escenas de la familia rusa se sienten como relleno que no van mucho al caso. La edición hace notar bastante que la película fue modificada. La banda sonora de Danny Elfman está bien por momentos y por otros mucho no pega con la película. Sin mucho que decir, es obvio que esta es la entrega más liviana de esta saga y el error fue tratar imitar a Marvel sin pensar en las repercusiones. La decepción que le provoco a aquellos que estaban esperando algo épico fue obvia. Por suerte aún sigue siendo divertida de ver y eso se sostiene gracias a sus personajes y la integración que hay entre ellos. Justice League es una película que está bien para entretenerse y disfrutar de ver a los icónicos personajes luchando juntos. Su única debilidad es que se siente como un capítulo más de esta saga que prometió toda una experiencia y no lo consiguió. Mi calificación final para esta película es un 8/10.