Álex es un niño de ocho años completamente cautivado por la extrema violencia que consume a través de la televisión y de los videojuegos. Tiene problemas de comunicación con sus padres y la situación no es mejor con sus compañeros de colegio, por lo que el pequeño acaba encerrándose en sí mismo y creando sus propios amigos imaginarios: el Astronauta Capitán Harry y el Sargento John Cluster.
Tras el nacimiento de sus hermanos gemelos, que requieren toda la atención de su madre, Álex comienza a sentirse abandonado y desatendido. Como recompensa, su padre le regala un televisor para su habitación, algo que el niño siempre había querido. A través de esa televisión, Álex descubrirá un mundo que le fascinará y desarrollará en él una obsesión por las imágenes de guerra y destrucción.
Christian Molina, tras los buenos resultados de 'Diario de una ninfómana', nos demuestra con 'De mayor quiero ser soldado' que se puede hablar de temas candentes de actualidad (en este caso la influencia de la televisión y los videojuegos en la creciente violencia infantil) utilizando claves genéricas imaginarias. Un filme de tensión interna al límite, marcado por un estilo visual frío y distante que no da tregua al espectador. Todo ello marcado por unas excepcionales interpretaciones apoyadas en papeles secundarios por las presencias siempre icónicas de Robert Englund y Danny Glover.
Al pequeño talento de la película le hemos podido ver trabajando con directores como Jaume Balagueró ('Frágiles') o Roberto Santiago ('El sueño de Iván'). Próximamente le veremos junto a Nicolas Cage en la secuela 'Ghost Rider: Espíritu de venganza'.
Y van cuatro...
Cuarta película del director Christian Molina, tras su debut con 'Rojo sangre', y sus dos siguientes películas: 'Diario de una ninfómana' y 'Estación del olvido'.
Tercera película
Es la tercera película de Christian Molina después de 'Rojo sangre' y 'Diario de una ninfómana'.