La novela negra y el cine negro, hermanados de manera indisoluble, no dejan de ser la excusa para retratar las miserias de nuestras sociedades mientras una intriga criminal, policial y/o detectivesca parece que es lo más importante, cuando, por supuesto, no lo es. El Cairo confidencial (título en castellano que busca todavía más la empatía con el género, en este caso con L.A. Confidential de James Ellroy en papel y Curtis Hanson en celuloide) no puede ser más cine negro: tanto humo de cigarrillos, esas luces y sombras expresionistas, esa femme fatale esquiva, ese policía quemado, de vuelta de todo y que se enfrenta a capas de mentiras y de intereses tras el asesinato de una mujer en un hotel…
El director de la película nos quiere dejar a las claras que estamos en un film noir como los de Humphrey Bogart, Robert Mitchum, Frank Sinatra, Jack Nicholson o Robert Montgomery. Y sin embargo, n
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