Una mañana del verano de 1802, Cayetana, la Duquesa de Alba, es encontrada muerta. Unas horas antes, en la fiesta de inauguración de su palacio se dieron cita gran parte de sus admiradores y detractores. Entre ellos: Goya, Godoy, el príncipe Fernando, Pepita Tudó y Pignatelli.
Aunque se admite como versión oficial que la bella Duquesa murió por causas naturales, posteriores confesiones y secretos desvelados invitan a pensar que Cayetana pudo ser envenenada...
La Crítica de SensaCine
1,5
Mala
Volavérunt
La muerte de Cayetana, el coño noble de España
por Covadonga G. Lahera
Traspiés en la carrera de Bigas Luna, entre La camarera del Titanic y Son de mar, que tampoco son precisamente los ejemplos más notables dentro de su trayectoria. El realizador barcelonés erró el tiro en la adaptación de la novela homónima de Antonio Larreta (Premio Planeta en 1980). No atinó con su propuesta en clave de thriller histórico-erótico alrededor de la repentina muerte de la Duquesa de Alba (Aitana Sánchez-Gijón) durante una noche de 1802, a los cuarenta años, cuando celebraba un convite especial para inaugurar una de sus más recientes adquisiciones. En aquel encuentro coincidieron, entre otros, el Primer Ministro de entonces, Manuel de Godoy (Jordi Mollà), el pintor de Fuendetodos Francisco de Goya (Jorge Perugorría) y Pepita Tudó (Penélope Cruz), amante del primero y modelo del segundo y que, supuestamente, había inspirado a su célebre La maja desnuda.
El conjunto adolece