Al cumplir los 16 años, cuatro amigas que han pasado toda la vida juntas se encuentran ante la dramática pero inevitable perspectiva de verse obligadas a separarse y tomar rumbos diferentes en el camino a su madurez. Sin embargo, no se resignan a que ésta sea la última vez en que se vean las caras, por lo que decidirán hacer algo entre todas con el objetivo de que su amistad sea recordada para siempre.
Durante un intenso y emotivo verano las chicas idearán un plan para mantener vivo el recuerdo: un plan peculiar que se centra en el intercambio de sus pantalones. Los vaqueros, de este modo, serán el amuleto de cada una, el recordatorio de que siempre tendrán una amiga en cada momento difícil, y cada vez que se sientan invadidas trágicamente por la soledad.
Basada en la novela juvenil de Anne Brashares.
La Crítica de SensaCine
2,0
Pasable
Uno para todas
Amigas para siempre
por Eulàlia Iglesias
¿Cómo sería la típica película de Julia Roberts o Meg Ryan si éstas fueran post adolescentes? Probablemente algo muy parecido a alguna de las cuatro historias que configuran 'Uno para todas', un film donde seguimos los veraneos de cuatro amigas del alma que se separan durante las vacaciones y deciden compartir unos mismos tejanos que se envían una a otra cada semana. Esta hermandad de los pantalones viajeros acaba viviendo cada una a su manera una experiencia única que le cambia la vida: un primer amor en Grecia, en una versión jibarizada de comedia romántica en escenario de postal; una reconciliación con el padre ausente; el descubrimiento de que hay otras personas con problemas más importantes como morirse; o la gestión del dolor por la madre muerta. A pesar de su esfuerzo por abarcar diferentes temas e identidades femeninas y conferir todo el protagonismo a una historia de amistad ent
El padre del personaje interpretado por Blake Lively es su padre en la vida real, Ernie Lively.
Acción y camisetas
El director Ken Kwapis nunca usaba la tradicional frase de "Acción" antes de comenzar a rodar. En vez de eso decía "Silencio por favor y, mm, mm, adelante". Este método era mucho más relajado y permitía a los actores actuar con una mayor tranquilidad, y alguien pensó que sería divertido diseñar unas camisetas con la frase y repartirlas entre el elenco.
Seriedad, por favor
Rodando la escena de la cena, el actor Bradley Whitford comenzó a improvisar chistes y a hacer al equipo entero reír a carcajadas, lo que acabó dificultado el rodaje de una escena tan dramática.