
Cuarta gala de MasterChef 13, cuarto expulsado de la edición. Tras el llamado de atención de los jueces en la entrega anterior, parece que los concursantes han respondido y estuvieron a la altura de las pruebas. De hecho, la último reto de la noche fue uno de los más emocionantes hasta la fecha. Y es que el momento de anunciar al expulsado de la semana no fue nada fácil, mucho menos al conocer el problema de salud que padecía y que nadie conocía.
Después de hacer un crepe en varias versiones, como salada o el clásico 'suzette', en el que ningún concursante se alzó con el pin de la inmunidad, el programa de cocina presentado por Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz viajaron hasta Plasencia (Cáceres) para realizar la primera prueba de exteriores sin comensales. La comida sería enviada al Comedor Social de Cáritas de la ciudad extremeña.
La prueba de exteriores dejó a Clara, Yago, Bea, Gabriela, Victor, Chema y Elena expuestos a la expulsión. Para librarse, tuvieron que realizar un plato libro con el ajo como protagonista. "Pasado de cocción", "collage infantil" o "popurrí feo" fueron algunas de las valoraciones. Hubo dos platos que encantaron a los jueces, pero también uno que no se ni podía comer.
"No me quería ir haciendo el ridículo", señaló Elena ante la valoración de los jueces, quienes afirmaron que no podían probar el plato de lo fuerte que estaba. "Ese pensamiento que ni se te ocurra", afirmó Jordi Cruz, mientras Pepe afirmó que no lo había hecho "nunca". "Otra cosa es que no esté como querías", apuntó. Sin embargo, esto no impidió que se convirtiera en la expulsada de la noche.
"El aspirante que no continúa en las cocinas es Elena", sentenció Pepe. Los jueces volvieron a hacer hincapié en el sabor tan fuerte a ajo que tenía su elaboración en la prueba final. Algo que provocó la confesión de la expulsada de la semana:
No tengo sentido del gusto ni sentido del olfato porque me operé de pólipos en la nariz y lo perdí hace treinta años
Ante la confesión de este problema de salud, que fue clave en la expulsión de Elena, los jueces le indicaron que se lo podían haber dicho para ayudarla "a rectificar un poco". "No me parecía justo ni correcto contarlo. Me ha encantado conoceros, me voy feliz, me lo he pasado fenomenal", sentenció Elena.