Gran Hermano 20 se convierte en la edición más corta del 'reality' tras no triunfar entre la audiencia. Una de las claves de este fracaso ha sido la perdida de la esencia del formato en los últimos años, algo por lo que siempre luchó mantener la organización. De hecho, el programa llegó a expulsar a dos concursantes de GH 12 (2010) por "desvirtuar" el espíritu del concurso. Un hecho que marcó un precedente en el exitoso espacio de Telecinco.
La salida de Julio, conocido como "El Feroz", y la argentina Flor no se debió al voto de la audiencia, sino a una drástica "expulsión disciplinaria" por intentar engañar al programa. Ambos iniciaron rápidamente una relación amorosa dentro de la casa de Guadalix de la Sierra. Sin embargo, su comportamiento y una serie de comentarios revelaron una estrategia que iba en contra de las reglas fundamentales del concurso.
Mediaset
La organización del 'reality' tomó la decisión de expulsarlos al descubrir que ambos concursantes habían "pactado" su relación. El objetivo era claro: generar notoriedad, asegurar permanencia y después su presencia en los platós de televisión. De esta forma, ambos concursantes maximizaban sus ganancias una vez terminada su breve estancia en la casa.
Los vídeos que se emitieron mostraban a la pareja discutiendo abiertamente sobre su futuro fuera del programa, sus planes para asistir a platós y su constante atención a las cámaras y micrófonos, comportamientos que la organización consideró una manipulación del juego.
El enfado de Mercedes Milá
La presentadora de aquella época, Mercedes Milá, fue implacable. "Sus actitudes han ido totalmente en contra de la esencia del programa y por ello hemos decidido expulsarles", comunicó la conductora de Gran Hermano. "Vuestro comportamiento desvirtúa por completo el espíritu y los principios más básicos del concurso", explicó la organización.
Ya en plató, Milá se mostró muy dura con ambos concursantes llegando a calificarles de "gilipollas absolutos". "Habéis jugado sucio y habéis mentido, y eso no se puede hacer. Se entra a jugar, no a engañar", recordó la presentadora después de mostrar el vídeo en el que se podía ver su compartamiento.
Lejos de arrepentirse, Julio afirmó que sus palabras estaban sacadas de contexto porque "era en plan irónico". "Todos sabemos que el que entra en Gran Hermano va a vivir mucho mejor cuando salga de aquí y va a ganar dinero. Nadie lo dice, pero es así. Es una manera de ganar 200.000 euros y comprarse un chalet", sentenció.