Ya puedes disfrutar de ella en los cines y, para celebrarlo, en SensaCine hemos hablado con David Lowery (Peter Pan, En un lugar sin ley). Se trata del director de Peter y el dragón, la nueva versión del clásico de Disney de los 70 que contaba la historia de amistad entre un niño y un mágico dragón verde.
Rodada en Nueva Zelanda, la película cuenta con un reparto de auténtico lujo, con nombres de la talla de Bryce Dallas Howard (Jurassic World), Karl Urban (Dredd), Wes Bentley (Los juegos del hambre) y ni más ni menos, que el mismísimo Robert Redford (The Discovery). El papel de Peter ha recaído en el joven talento Oakes Fegley, que aporta una gran credibilidad a la relación que tiene su personaje en pantalla con este simpático dragón de fabricación digital -en la versión original era un dibujo animado.
¿Qué importancia tuvo la película de 1977 para usted en su infancia?
Me gustaba mucho pero, al mismo tiempo, tengo que reconocer que de niño no era una de mis películas favoritas de Disney. Si lo hubiera sido, quizá no habría podido rodar este filme. Así que, precisamente por no sentirme tan unido a la obra original, ahora he podido hacer esta nueva versión de la historia, que es muy distinta.
Háblenos de las diferencias con la original entonces...
Bueno, pues sigue siendo la historia de la amistad de un niño llamado Peter con su dragón llamado Elliot, que es capaz de hacerse invisible. Pero es una versión completamente diferente, ya que la trama se centra más en este niño y su búsqueda por encontrar su sitio en el mundo. Tiene un enfoque más emotivo que la original.
Peter se ha criado en un bosque con Elliot, ¿verdad?
Sí. Y es curioso porque creo que en todas mis películas de alguna manera hablo de niños que son capaces de sobrevivir y arreglárselas solos. Es un tema que siempre me ha interesado y que ha encontrado su encaje en este proyecto de manera natural.
Bryce Dallas Howard da vida en pantalla a la guarda forestal que lo descubre...
He sido un fan de ella desde que la vi en El bosque de M. Night Shyamalan. Ya entonces, aunque era bastante joven, pensé: "Algún día haré una película con Bryce". Me encanta su variedad de registros, ya que es capaz de aparecer en una película de Spider-Man o de Lars von Trier. Un denominador común en todas sus interpretaciones es la compasión que imbuye a sus personajes. Necesitaba esa cualidad para que entendamos por qué Peter pensaría en abandonar la vida que tiene con Elliot en el bosque.
¿Fue difícil dar con el niño que interpreta a Peter?
Yo buscaba a un actor que aportara frescura al rol, y vimos a muchísimos niños. Pero en cuanto conocí a Oakes Fegley en persona, supe que sería él por la manera en que me observaba tanto a mí como a todo lo que le rodeaba. Su personaje no tiene mucho diálogo, por lo que la forma en que responde y reacciona ante los demás es clave, y Oakes es capaz de transmitir sentimientos sin usar palabras.
¿Y cómo consiguió tener a una leyenda como Robert Redford?
Estaba trabajando en otro proyecto con él cuando le comenté que iba a viajar a Nueva Zelanda para rodar Peter y el dragón para Disney y que igual había un buen papel para él. Así que leyó el guión y lo aceptó, que fue una gran suerte para mí. Luego recuerdo lo nervioso que estaba el primer día que Robert Redford apareció en el rodaje, ya que es una gran leyenda tanto frente a la cámara como detrás de ella, aunque él se encargó de hacer que me sintiera a gusto y facilitarme las cosas.
¿Qué nos puede contar acerca del dragón?
Siempre tuve claro que quería que Elliot tuviese un aspecto entrañable y que fuese como una mascota. Pero también quería que siguiera siendo un dragón.
Elliot es de fabricación digital... pero todo lo demás es real.
En efecto. Por eso viajamos a Nueva Zelanda para rodar el filme, ya que pensé que si Elliot estaba rodeado de cosas reales, terminaría siendo más creíble. Respeto mucho lo que Jon Favreau ha logrado con El libro de la selva, donde sólo el niño es real. Pero yo tomé la dirección contraria.
