Carlos Álvarez-Novoa

Comenzó su trayectoria como actor en 1957 en el Teatro Universitario Español (T.E.U.) y más tarde como director de éste y otros grupos teatrales de Sevilla, Madrid y Barcelona. Ha interpretado a los grandes clásicos, a los autores contemporáneos más importantes, ha puesto en escena numerosas obras de las que es autor (Cigarras y hormigas, La Merecedora, Pajaritos 27, Enamoradas de Bécquer) y ha dirigido algunos de los montajes teatrales de mayor éxito en los últimos años. En 1991 realizó su primera incursión en el cine con Llanto por Granada (Vicente Escrivá), al que siguieron títulos como Al Andalus (1992, Agustín Villalonga) o Los años bárbaros (1997, Fernando Colomo). En 1999 obtuvo el Goya al Mejor Actor Revelación y el Premio al Mejor Actor en el Festival Internacional de Tokio por su papel en la película Solas, de Benito Zambrano.