800 horas para pintar 250.000 palomitas: Es una de las mejores películas jamás creada, pero tardó 4 años en terminarse
Andrea Zamora
-Redactora
Fan de la fantasía, el ‘thriller’ y la ciencia ficción. Vive entre los muros del Hogwarts, los mundos inventados y las historias de superhéroes.

El filme, dirigido por Henry Selick, es una de las grandes obras de artesanía de la animación

Es uno de los mejores directores de animación, pero pocos conocen su nombre. Aunque parece que Tim Burton dirigió Pesadilla antes de Navidad, lo cierto es que fue Henry Selick quien se colocó detrás de las cámaras del filme. En realidad, ese filme fue su debut como cineasta. Y sí, Burton tuvo algo que ver en el proyecto, pues fue él quien concibió la historia y la produjo.

Pesadilla antes de Navidad, de 1993, no es la única gran película de animación de Selick. En 1996 dirigió James y el melocotón gigante, otro de sus hitos. El cineasta tuvo que esperar hasta el año 2009 para estrenar uno de los títulos más destacados de su carrera. Los mundos de Coraline llegó a los cines y se convirtió en una de las mejores películas jamás hechas.

Las mejores películas de animación de todos los tiempos

Como todo proyecto 'stop-motion' -crear movimiento haciendo fotografías del cambio de posición de un objeto-, que Los mundos de Coraline se hiciese realidad llevó mucho tiempo. En concreto, Selick y su equipo tardó unos 4 años en completar el filme.

La película es todo un trabajo de artesanía en el que se presta atención hasta al más mínimo detalle. Uno de los decorados lo atestigua: el equipo tardó 800 horas para pintar 250.000 palomitas y así crear los casi 70 cerezos en flor que aparecen en el filme.

Las cifras de la producción de la película son impresionantes. El rodaje de Los mundos de Coraline se llevó a cabo en un almacén, el cual albergó 50 sets y casi 150 decorados en los que trabajaban 28 animadores al mismo tiempo ensayando y rodando escenas. Cada semana producían entre 90 y 100 segundos de película.

BASADA EN LA NOVELA DE NEIL GAIMAN

Los mundos de Coraline es una adaptación de la novela Coraline de Neil Gaiman. La historia sigue a una niña de 11 años que sueña con vivir millones de aventuras. Acaba de mudarse con sus padres a otra casa y allí descubre una puerta secreta que, al ser cruzada, transporta a la gente a una vida parecida a la que tienen pero mucho más interesante. No obstante, cuando descubre que la otra versión de su madre planea quedarse con ella para siempre, Coraline debe impedirlo.

La película de Selick recibió una nominación al Oscar a Mejor película de animación. No lo ganó, pero la crítica adoró el filme. Tiene una puntuación casi perfecta en Rotten Tomatoes de un 91%. La prensa especializada dijo de ella que es "visualmente impresionante y maravillosa entretenida".

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