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    "En los 90 pasaron dos cosas terribles: secuestraron a mi padre y trabajé con los Weinstein": la película que Guillermo del Toro odió hacer
    Alicia P. Ferreirós
    Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

    Y James Cameron estuvo a punto de llegar a las manos con Harvey Weinstein por el mal trato que tuvo con su amigo

    Ganador de tres premios Oscar por dos de sus más recientes películas, Pinocho y La forma del agua, Guillermo del Todo es uno de los directores más aclamados de nuestro tiempo, pero en sus comienzos tuvo que doblegarse ante una productora para sacar adelante su primera producción americana: Mimic, su segunda experiencia como director de un largometraje tras la realización de Cronos en 1992.

    Aunque la película de terror sobre una epidemia de cucarachas que asola Nueva York no fue especialmente bien recibida por la crítica y fue una decepción comercial en su paso por salas, acabaría siendo una película de culto de la que The Weinstein Company no tardó en sacar beneficio: Mimic recaudó apenas 25 millones de dólares en taquilla frente a los 30 de presupuesto, pero sus ventas en formato físico se dispararon y dieron lugar a dos secuelas en 2001 y 2003, ya sin Del Toro involucrado.

    Mimic
    Mimic
    Fecha de estreno 10 de octubre de 1997 | 1h 42min
    Dirigida por Guillermo del Toro
    Con Mira Sorvino, Jeremy Northam, Giancarlo Giannini
    Medios
    4,3
    Usuarios
    2,9
    Sensacine
    1,5

    Con Mimic, el director mexicano tiene el corazón dividido: por un lado está satisfecho con el resultado a nivel visual de su trabajo, pero, por otro, no esconde que la experiencia de rodar aquella película bajo el ala de Miramax, el nombre de la productora de Bob y Harvey Weinstein entonces, fue de lo más desagradable. La cinta, protagonizada por Mira Sorvino, era su primera producción americana y salió bastante decepcionado. De hecho, Del Toro asegura que Mimic es la más débil de sus películas, aunque se reconcilió con ella en 2011, cuando tuvo la oportunidad de sacar adelante la versión del director.

    "Realmente odie la experiencia", sentenció durante la presentación de La forma del agua en el BFI London Festival en 2017. Y es que, mientras hacía Mimic, la interferencia de los productores Bob Weinstein y Harvey Weinstein fue constante: no respetaban su visión artística y modificaron partes importantes de su trabajo.

    En los 90 pasaron dos cosas terribles: mi padre fue secuestrado y yo trabajé con los Weinstein. Sé qué fue peor... El secuestro tenía más sentido, sabía lo que querían

    El padre de Guillermo del Toro fue secuestrado en Guadalajara (México) en 1998 durante 72 días en busca de un rescate y eso fue lo que hizo que la familia abandonase su país, una vivencia que recordará siempre y que aún le sigue afectando. Por ello, que Del Todo sea de comparar su trabajo con los Weinstein con aquel traumático suceso es la prueba definitiva de lo mal que lo pasó durante aquella producción.

    "Perdí batallas de casting, perdí batallas sobre la historia, pero Mimic es visualmente 100% lo que yo quería", admitió. "La película es espléndida visualmente y tiene un par de secuencias de las que estoy muy orgulloso". Una de ellas la que representa el momento en que se rebeló contra los productores: "No sé si es un gran logro pero yo sí lo sentí así".

    Según se sabe, James Cameron, que es un amigo muy cercano de Del Toro, fue de una gran ayuda durante el secuestro de su padre: "Él pagó al negociador y luego nosotros se lo pagamos más tarde porque era una situación angustiosa. Él llegó y tomó el control, conversó con el negociador de rehenes, lo hizo todo por su cuenta, jamás se lo pedimos. Luego se ofreció y dijo: 'Yo pago el rescate'. Es ese tipo de persona, es increíblemente leal y fuerte", contó el cineasta, que estará agradecido de por vida al director de Avatar.

    Además, Cameron también salió en su defensa cuando tuvo problemas durante la producción de Mimic. De hecho, estuvieron a punto de llegar a las manos en la noche de los Premios Oscar de 1998 en la que Titanic fue la reina absoluta. Así lo contó el propio Cameron a Vanity Fair cuando le preguntaron cuál era el recuerdo de aquel día: "Recuerdo que estuve a punto de pelearme con Harvey Weinstein y de golpearle con mi Oscar". "[La razón] Es una historia un poco larga, pero tiene que ver con Guillermo del Toro y lo mal que le trató Miramax en Mimic", explicó. "Harvey se acercó alegremente y me habló de lo grandiosos que eran para el artista, y yo simplemente le leí la cartilla sobre lo grandioso que pensé que era para el artista según la experiencia de mi amigo, y eso llevó a un altercado".

    "La gente que nos rodeaba decía: '¡Aquí no! ¡Aquí no!'. Como si estuviera bien pelear en el parking, ya sabes, pero no estaba bien allí cuando sonaba la música y estaban a punto de comenzar", recordó Cameron.

    Una mala experiencia que Del Toro dejó atrás cuando pudo hacer y estrenar la nueva versión de la película: "No es exactamente la película que quería hacer, pero definitivamente curó muchas heridas... Estoy contento con el montaje".

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