Ahora tiene el honor de haber sido el artífice de tres de las películas más taquilleras de todos los tiempos, pero cuando James Cameron dirigió Terminator la película protagonizada por Arnold Schwarzenegger era algo así como su ópera prima. No del todo, puesto que el director de Titanic y Avatar ya había dirigido Piraña II: Los vampiros del mar, pero aquel trabajo experimentó varias modificaciones en su versión final y Cameron siempre ha renegado de ella. Así, con Terminator Cameron cumplió un sueño. Además podemos decir que literalmente, porque la idea de la película surgió de un sueño que tuvo durante el rodaje de la anterior.
La película fue un auténtico éxito en su día y, hoy por hoy, es pura historia del cine, pero en su día sirvió para poner en el mapa al prometedor cineasta y para reafirmar la carrera de Schwarzenegger, que ya había comenzado su carrera como actor y había protagonizado con éxito Conan, el bárbaro apenas un par de años antes.
También protagonizada por Michael Biehn y Linda Hamilton y coescrita por Gale Anne Hurd, Terminator hizo historia en el género de la ciencia ficción a través de una historia que plantea un mundo en el que son las máquinas las que dominan a los humanos. En este escenario, en 2029, hay un eslabón perdido llamado John Connor que ejerce como el líder de la resistencia humana, pero, para evitar que pueda tener éxito en su lucha, las maquinas envían un robot llamado Terminator (Shwarzenegger) al pasado, 1984, para evitar que Sarah Connor (Hamilton), la madre de John, traiga al mundo a su hijo.
A pesar de que no partía con grandes expectativas, la película resultó ser un éxito comercial que recaudó más de 10 veces lo que había costado, pero que, además, inició una enorme franquicia.
La primera secuela de la película, Terminator 2: El juicio final, se estrenó en 1991, seis años después, y su éxito fue arrollador. No obstante, Arnold Schwarzenegger ha admitido que tenía una idea muy diferente a lo que debía ser la secuela y que fue James Cameron el que le quitó esa idea de la cabeza.
Una de las mejores cosas de Terminator 2 siempre fue el giro respecto al personaje de Schwarzenegger, puesto que el T-800 dejaba de ser la máquina de matar que conocimos y se convertía en el héroes de la película. Aunque había intentado matarla en la cinta original, la entrada en escena del T-1000 que interpretaba Robert Patrick convirtió al personaje de Schwarzenegger en el protector de Sarah Connor.
Sin embargo, a la estrella de acción por antonomasia de Hollywood no le hacía mucha gracia la idea, tal y como confesó a Deadline. Según Schwarzenegger, su idea es que Terminator siguiese matando a diestro y siniestro y seguir alimentando su competitividad con Sylvester Stallone, otra auténtica máquina de derrotar enemigos en pantalla.
"La razón por la que fue un gran éxito, en primer luchar, es Jim Cameron", admitió el actor. "Jim Cameron es un genio escribiendo. Dio con esta idea brillante incluso aunque al principio yo no estaba convencido. Dijo: 'Quiero convertirte en un Terminator bueno'. Y yo dije: '¿Qué quieres decir con Terminator bueno?'. Maté 68 personas en la primera. En la segunda tenía que matar 150".
Tenía que superar a Stallone. Le dije que mi misión principal era ser el número 1 matando gente en pantalla. Me dijo: 'Arnold, para'.
"Eres un tipo muy enfermo. Me aseguraré de que en Terminator 2 no mates a una sola persona", recuerda que le dijo Cameron. "Dije que es la cosa más estúpida que he oído en mi vida. ¿Cómo puede ser esto Terminator 2 si no mato a nadie? Al menos arroja por ahí algunos cuerpos simbólicos".
Sin embargo, aunque originalmente no le gustó la idea, lo cierto es que la redención del personaje lo que hizo fue insuflarle vida y un prometedor futuro como personaje, puesto que hizo de él el héroe de su propia franquicia al tiempo que creaba otra maquina aún más terrorífica y peligrosa.