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    "Hablábamos sobre cómo tendríamos sexo con estos trajes": el vestuario de 'Pobres criaturas' es un personaje más
    Cristina Sobrino
    Cristina Sobrino
    -Redactora de 'lifestyle'
    Periodista de lifestyle y moda. Fan de los desayunos de hotel y hater del vinagre de Módena. Un poco chica tres 60. Me gusta adentrarme en los rincones recónditos de la cultura pop

    La controvertida película del director griego Yorgos Lánthimos es una obra en la que todo salta por los aires y todavía así sigue encajando a la perfección

    La última vez que fui al cine y una película me removió en el asiento y casi consigue hacerme salir de la sala fue cuando se estrenó Promising Young Woman, de Emerald Fennell, una de mis cintas favoritas. La pasada semana, la directora británica consiguió provocarme lo mismo con Saltburn, yendo un pasito más allá.

    Y estoy dispuesta a pasar por algo similar cuando me siente a ver Pobres Criaturas, porque ya he visto a través de redes sociales que ha habido gente que ha terminado abandonando las salas debido a la incomodidad que han sentido. Ojalá no se deba a las implicaciones que conlleva ver a una mujer salvaje que disfruta de descubrir el mundo, a sí misma y el sexo. Por cierto, a Boyero le ha parecido insufrible.

    Pobres criaturas
    Pobres criaturas
    Fecha de estreno 26 de enero de 2024 | 2h 21min
    Dirigida por Yorgos Lanthimos
    Con Emma Stone, Mark Ruffalo, Willem Dafoe
    Medios
    4,4
    Usuarios
    3,7
    Sensacine
    5,0
    Ver en Disney+

    Para construir esta maravillosa historia que ha contado el cineasta griego Yorgos Lánthimos y conseguir que funcione a pesar de que sea una explosión argumental y estética, todo tiene que estar atado y muy medido. Una buena película lo es porque en conjunto funciona y en el caso de Pobres Criaturas hay un elemento determinante que sirve para darle cohesión a todo: el vestuario de Bella Baxter, el personaje interpretado por mi actriz de preferencia, Emma Stone, que ya ha logrado ganar el Globo de Oro por su trabajo.

    La diseñadora de vestuario del film, Holly Waddington, también al cargo de proyectos como Lady Macbeth o War horse, ha tenido una conversación con Filmmaker Magazine en la que ha aclarado cómo ha trabajado de cara a desarrollar en cuanto a "looks" y estilismos el personaje de Bella a lo largo de la película y en concreto de cara a ese despertar sexual de la protagonista, una etapa especialmente importante:

    "Hay mucha sensualidad en los tejidos que escogí. Y también sencillez, de ahí que se vean bastante fáciles de llevar. Tuve conversaciones con Giórgos en las que directamente me preguntó que cómo Bella iba a mantener relaciones con ciertos "outfits", porque queríamos hacerlo lo más real posible. Pero yendo un paso más allá, creo que al margen de eso, y también en línea, el quid de la cuestión era que el propio vestuario fuese bastante libre y nada complejo".

    Por otra parte, la directora de vestuario también comentó en la entrevista cómo trabaja en los proyectos y cómo lo ha hecho de forma concreta en Pobres Criaturas: "Planteamos eso que llamamos la "trama o argumento de vestuario". Una de las primeras cosas que hacemos es coger el guion y dividirlo por escenas y personajes para examinar de forma meticulosa cada detalle y ver qué necesidades tenemos que plantear para cada actor o actriz", selañó Holly Waddington para Filmmaker Magazine.

    "En concreto para Bella su trama en cuanto a vestuario ha sido muy elaborada. Para ello hice un libro y organicé cada parte en capítulos. En un inicio pensé en reciclar ropa, pero descarté la idea porque, por ejemplo, en cuanto a la ropa interior no tenía sentido que llevase la misma a lo largo de la película, cuando su personaje empieza siendo muy infantil. No tiene nada que ver eso a cuando está en Lisboa o París. Caí entonces en que íbamos a necesitar un buen armario", añadió.

    Otra pregunta clave que apuntó la periodista Tomris Laffy de Filmmaker Magazine es si muchas veces merece la pena dejar atrás, al menos en parte, el punto de la búsqueda de la belleza y el rigor histórico atrás para hacer algo que de verdad encaje con el personaje, a lo que Waddington respondió lo siguiente:

    "Es difícil hacerlo, sobre todo si tienes formación y experiencia en vestuario a nivel histórico. Para mí lo más complicado fue hacer que Bella se deshiciera del corsé, ya que durante el periodo en el que se desarrolla la película fue una prenda fundamental. Esta prenda es lo que dibujaba la silueta femenina y al desecharla no hay estructura, pero en cierta forma ahí mismo radica ese punto especial del vestuario de Bella. De hecho, la primera vez que vi la película pensé que Emma estaba muy años 70 sin llevarlo y con el pelo tan largo junto a las largas faldas victorianas".

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