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    Nadie daba un duro por esta película: literalmente pagaron 1 dólar por sus derechos pero se convirtió en un icono de la ciencia ficción
    Alicia P. Ferreirós
    Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

    Su director se arrepintió durante años pero al final la ley le devolvió lo que le pertenecía

    Este año se cumplen 40 años de una de las películas de ciencia ficción más icónicas de la historia y, sin duda alguna, también uno de los grandes emblemas del cine de los 80. Terminator, la primera película original de James Cameron y uno de los trabajos clave de Arnold Schwarzenegger, se estrenó a finales de 1984 tras apenas 10 semanas de rodaje y sin grandes expectativas por parte de su distribuidora, pero en su primera semana en cartel logró liderar la taquilla y comenzar su camino a convertirse en todo un icono de la cultura popular.

    Frases como "Volveré" o "Hasta la vista, baby" ya forman parte de la memorabilia en todo el mundo, pero cuando James Cameron comenzó a desarrollar el guion de Terminator tras haber dado con el concepto durante el rodaje de su primera película acreditada como director, Piranha II, el concepto ni siquiera llamó la atención de su agente, que le animó a dedicarse a otra historia. No obstante, el director siguió adelante con su proyecto y acabó llamando la atención de Gale Anne Hurd, que ahora es una famosa productora de Hollywood, pero que entonces trabajaba como la asistente de otro productor.

    Terminator
    Terminator
    Fecha de estreno 24 de enero de 1985 | 1h 47min
    Dirigida por James Cameron
    Con Arnold Schwarzenegger, Michael Biehn, Linda Hamilton
    Medios
    3,9
    Usuarios
    4,2

    Ahora, con la perspectiva de que la cinta es pura historia del cine y una franquicia que sigue en aumento, cuesta creerlo, pero Hurd se hizo con los derechos de Terminator por tan solo 1 dólar. Una decisión de la que siempre se arrepentiría Cameron, pero que aceptó porque el acuerdo estipulaba justo lo que él deseaba hacer: dirigir la película. Así lo admitió el mismo en unas declaraciones a Toronto Sun en 2009:

    Ojalá no hubiera vendido los derechos por un dólar. Si tuviera una pequeña máquina del tiempo y solo pudiera enviar algo del tamaño de un tweet, sería: 'No vender'

    Y es que, siendo ya Terminator una saga de éxito, la decisión de Cameron tuvo importantes consecuencias para el futuro de la franquicia: como el cineasta no poseía los derechos, estos acabaron pasando de una compañía a otra a lo largo de los años y eso repercutió inevitablemente en los títulos que se producirían, siendo el ejemplo más claro el reinicio en Terminator: Génesis que fue un absoluto desastre.

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    Afortunadamente, la ley permitió que Cameron pudiese recuperar los derechos en 2019. Por mucho que se mantuviera al margen de la franquicia tras haber dirigido las dos primeras películas, pudo beneficiarse del cambio en la ley de derechos de autor que establece que la reversión de los derechos de autor ahora tiene lugar después de 35 años. Así, los derechos norteamericanos de la franquicia volvieron a él en 2019, 35 años después del estreno de Terminator en 1984.

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