Hace ya 35 años que vimos por primera vez a Wallace y Gromit. Fue en un corto de 1989 titulado La gran excursión. Es una maravilla de 23 minutos que incluso fue nominado al Óscar, pero originalmente iba a durar el doble. Y es que Nick Park se obsesionó con hace una escena donde los personajes iban a la luna, donde había muchísimos personajes y había una especie de parodia de Star Wars, pero alguien sabio le dijo, cuando estaba empezando a montarla, "¡Vas a tardar otros nueve años si haces esa escena!". Decidió relajarse. Y menos mal, porque si no quizá ahora no tendríamos dos iconos de la cultura pop y la plastilina como estos.
Plastilina y comedia
Hacía 19 años que no veíamos a Wallace y Gromit, desde su primera película animada, y la falta de plastilina estuvo a punto de dejarnos sin la segunda, que se estrenará en Netflix el 25 de diciembre. Sin embargo, y aunque quizá no te dieras cuenta, vimos a los personajes mucho antes en una película de Aardman Studios que probablemente has olvidado.
Se trata de Cavernícola, de 2018, en la que un grupo de hombres de las cavernas aprenden a jugar a fútbol y que fue un pequeño gran fracaso en taquilla, tristemente. Sin embargo, durante el momento clave del partido, entre las cientos de figuritas de plastilina del público podemos ver... ¡a Wallace y Gromit! Qué pena que nunca viéramos ese cortometraje donde inventan una máquina del tiempo, ¿no?
Desde entonces, Aardman Animations se ha centrado en las franquicias que mejor le funcionan, sin tratar de experimentar: La oveja Shaun, Chicken Run y Wallace y Gromit. Hay veces que, por si acaso, es mejor dar un paso atrás para asegurarnos de que los que demos hacia adelante sean seguros. Aunque sean pasos de plastilina.