"Vio mi partida como una traición": Antonio Banderas y Pedro Almodóvar estuvieron 22 años sin trabajar juntos
Alicia P. Ferreirós
Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

El director manchego y el actor malagueño se alejaron cuando Banderas comenzó a tener sus primeras oportunidades en Hollywood y no estaba disponible para él

El pasado viernes 21 de febrero, uno de nuestros actores más internacionales, Antonio Banderas, estrenó su más reciente película, Paddington: Aventura en la selva, la tercera parte de la saga de películas sobre el famoso oso británico. En el largometraje, el intérprete malagueño se mete en la piel de uno de los personajes diseñados para dar problemas a la familia Brown en su viaje a Perú y, según explicó en su entrevista con SensaCine, disfrutó un montón de la oportunidad de volver a trabajar en una película destinada a los públicos más jóvenes, algo que ya había tenido la oportunidad de hacer en otras ocasiones y siempre le había gustado.

Banderas, que ahora tiene 64 años, ha participado en más de 100 títulos a lo largo de su carrera interpretativa, que comenzó ya hace más de 40 año. Y no tiene ninguna intención de parar.

La gran oportunidad de Antonio Banderas, que comenzó haciendo teatro, se la brindó el haberse cruzado con Pedro Almodóvar a la salida de una función en la que había llamado la atención del cineasta manchego, que entonces también comenzaba su carrera y solo había dirigido su primera película, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. "Tú tienes una cara muy romántica, tú deberías hacer cine algún día", le dijo Almodóvar al actor, según recordó el propio Banderas en una entrevista con Bertín Osborne en En tu casa o en la mía en 2016. Poco después, el director fue en su busca y le ofreció la oportunidad de protagonizar su segunda película: Laberinto de pasiones en 1982, el debut del malagueño.

Tras aquella primera colaboración, Antonio Banderas rodaría con Almodóvar varias películas más: Matador, La ley del deseo, Mujeres al borde de un ataque de nervios y ¡Átame! entre 1986 y 1989. Tras la última, en la que Banderas brindó un excepcional trabajo interpretativo, tendrían que pasar 22 años para que volviese a ponerse a las órdenes de su amigo.

El éxito internacional de Mujeres al borde de un ataque de nervios, que fue nominada al Oscar a Mejor película de habla no inglesa, fue la presentación en Hollywood no solo de Almodóvar, sino también de Antonio Banderas, puesto que gracias a ella comenzó a llamar la atención de algunos directores. Así, mientras el manchego pensaba en él como la estrella de la que sería su próxima película, Tacones lejanos, Banderas negociaba su fichaje por la película Los reyes del mambo tocan canciones de amor de Arne Glimcher. Y aquello le alejó de Almodóvar.

Así lo admitió el propio Banderas en una sesión de preguntas y respuestas para Envelope Live Screening Series con motivo de la promoción de la película Dolor y Gloria en 2019. En ella el actor era uno de los protagonistas, pero había sido ocho años antes, en La piel de habito, cuando se había vuelto a encontrar con Almodóvar 22 años después:

"Fui a su casa porque me habían llamado para hacer un film llamado Mambo Kings, que fue mi primera película estadounidense. Ni siquiera hablaba el idioma en ese momento. Fui a su residencia y había una foto allí; éramos Victoria Abril, él y yo en el Muro de Berlín. Fue el año en que cayó el muro. Habíamos ido al festival con ¡Átame! Él cogió la foto, le dio vuelta y la firmó con algo como: "Los Reyes del Mambo tocan canciones muy tristes".

Él me había creado, yo en cierto sentido era algo suyo. Vio mi partida como una traición y ha necesitado tiempo para perdonarme

"Aquel día tuvo palabras muy duras: 'Hollywood te va a aplastar, vas a malgastar tu talento. Y yo te lo habré advertido'", recordaría Banderas, que nunca le guardó rencor.

Cuando se reencontraron, Almodóvar reconoció que Antonio se había convertido una estrella bromeando con que nunca podrían volver a trabajar juntos porque no podría pagar su caché, pero su distanciamiento terminó con La piel que habito, una de las mejores películas de Almodóvar.

"Yo estaba un poco arrogante por mis años en Estados Unidos", confesó Banderas en el antes mencionado encuentro. "Le dije: 'Mira la cantidad de cosas que he aprendido. Ahora estoy muy seguro frente a la cámara y puedo usar mi voz de esta manera y puedo hacer esto y aquello'. Y él respondió: 'Sí, muy bien'. Pero después de una semana de ensayos, me dijo: 'Sabes, estas cosas que traes de Estados Unidos, deben ser muy útiles para tus directores estadounidenses'.

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