1. Resucitando al Gigantopithecus
El equipo de la película quería recrear de la forma más realista posible a todos los animales que aparecían en el clásico de Disney de 1967. Sin embargo, se encontraron con un pequeño problema cuando tuvieron que planear cómo sería la recreación del Rey Loui, el orangután amante del Jazz, que protagoniza junto a Mowgli uno de los momentos más divertidos de la cinta. Y es que, la especie de homínidos a la que pertenecería Loui, los Gigantopithecus -que habitaba en zonas de la India y China, se extinguió hace más de 100 mil años. Por ello, tuvieron que investigar sobre los rasgos de esta clase de primate gigante, cuyo tamaño podría duplicar el de un gorila.
2. En busca del candidato ideal
Los productores de la película tuvieron una tarea difícil cuando tuvieron que elegir quién daría vida al Mowgli de carne y hueso, entre los 2.000 niños que se presentaron al casting. Dos de las características que los productores buscaban que tuviera el adorable personaje creado por Rudyard Kipling eran la arrogancia y el valor, algo complicado de hallar en un niño de esa edad. Finalmente, el elegido fue el pequeño Neel Sethi, de Manhattan, New York.
3. Kaa cambia de sexo
Por primera vez, la serpiente que hipnotiza y atemoriza a Mowgli es representada como una hembra. Hasta ahora ese personaje siempre había sido masculino, pero Jon Favreau, director del filme, creyó conveniente cambiarlo de sexo porque consideraba que había demasiados personajes varones.