El tema principal de la última gala de los Globos de Oro 2018 ha sido, sin ninguna duda, el feminismo. Los asistentes han acudido al evento vestidos de negro en apoyo al movimiento Time's Up y muchos de los discursos de agradecimientos han querido reivindicar la falta de igualdad de género en la industria de Hollywood. La más sonada ha sido la frase de Natalie Portman: "Aquí están los nominados, todos hombres".
En sus 75 años de historia, la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood ha nominado a decenas de directores, pero la inmensa mayoría de ellos han sido hombres. Solo cinco mujeres han optado al galardón, dos de ellas en dos ocasiones, y solo una ha resultado ganadora. Fue Barbra Streisand en 1984 con Yentl.
Ella ha sido la única ganadora y la primera mujer en estar nominada. En 1992, volvió a aparecer en la categoría con El príncipe de las mareas. En esa misma década, reconocieron el trabajo de otra mujer como directora: Jane Campion por El Piano en 1992.
Sofia Coppola siguió los pasos de su padre y consiguió una nominación por Lost in Translation en el año 2004, más de una década después de Campion. La siguiente mujer en aparecer en la lista de posibles ganadores fue Kathryn Bigelow, quien optó al premio en dos ocasiones. En 2010 por En tierra hostil y 2013 por La noche más oscura, aunque no llegó a ganar. La última ha sido Ava DuVernay, en 2015 por Selma. DuVernay, además, se ha convertido en la primera mujer negra en estar nominada.
El caso más curioso de este año, y por el que muchos creen que ha quedado demostrada la desigualdad en los premios, es el de Greta Gerwig. La actriz y ahora directora ha arrasado en la crítica con Lady Bird y, a pesar de que la película estaba nominada en varias categorías -se ha llevado dos estatuillas, entre ellas Mejor película de comedia-, el nombre de Gerwig no ha aparecido en la de Mejor director.
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