Hoy hace justo un año se destapaban las décadas de acoso que Harvey Weinstein había ejercido sobre distintas actrices. Un caso que revolucionó la industria del cine y cambió las cosas para siempre. En octubre de 2017 varias mujeres se atrevieron a publicar su testimonio, incluyendo la actriz Ashley Judd, y desde entonces, más de 60 actrices han seguido su ejemplo -dejando a un lado la cifra de mujeres 'no famosas' que han utilizado el 'hashtag', las cuales se cuentan por miles-. Laura Dern, Patricia Arquette, Angelina Jolie y Jennifer Lawrence son algunas de las que compartieron su experiencia personal con el acoso sexual.
Tras esta etapa inicial de denuncias públicas, comenzaron a surgir fuertes proyectos para apoyar el movimiento. Entre ellos se encuentra la serie documental basada en los acontecimientos de la era Time's Up que producirá la protagonista de Los juegos del hambre y las guías elaboradas por intérpretes como Emma Watson para eliminar el acoso, las cuales están apoyadas por organizaciones como los BAFTA y el British Film Institute (BFI).
Además, en los últimos meses, se ha visto una tendencia a contratar mujeres para puestos que antes solo ocupaban hombres. Lucasfilm, con Kathleen Kennedy a la cabeza, ha declarado su propósito de contar con directoras y guionistas para sus próximas películas. Además, Marvel ya prepara la película en solitario de Viuda Negra y ha fichado a Cate Shortland para ponerse tras las cámaras. Que dos gigantes del cine como estas dos compañías estén introduciendo cambios significantes en sus equipos es un buen ejemplo de las consecuencias del #MeToo.
¿Qué ha pasado con los acusados?
Han sido muchos los nombres que han sonado en estos últimos 12 meses como acosadores sexuales. Por el momento, no ha habido muchas consecuencias legales, pero también hay que tener en cuenta que no todos han sido denunciados judicialmente y que aún es pronto para que haya juicios. Harvey Weinstein sí ha sido acusado por la policía de "violación, acto sexual criminal, abuso sexual y conducta sexual inapropiada", pero fue puesto en libertad tras pagar un millón de dólares como fianza.
Algunos sí han sufrido consecuencias laborales, como es el caso de Louis C.K. El cómico tenía varios acuerdos con HBO, Netflix y FX para desarrollar distintas series y películas. Después de las acusaciones, todas esas compañías rescindieron el contrato y otras producciones donde colaboraba de algún modo -como Better Things, de Pamela Adlon- le sustituyeron.
Otra de las caras más conocidas entre los acusados es la de James Franco. Varias mujeres confesaron que habían sufrido acoso por parte del actor y director de The disaster artist. Franco no ha sido despedido de ningún proyecto y David Simon, director de The Deuce, ha declarado que no tiene conocimiento de mal comportamiento del actor dentro del set, por lo que continúa involucrado.
