Nos acompañó durante más de una década, la vimos en reposiciones hasta la saciedad y, a día de hoy, sus frases más icónicas y elementos inconfundibles no se cuentan con los dedos de ambas manos. Sin embargo, sobre The Big Bang Theory no lo sabíamos todo y la reciente publicación del libro dedicado a los entresijos de la sitcom, The Big Bang Theory: The Definitive, Inside Story of the Epic Hit Series de Jessica Radloff, nos está regalando un montón de anécdotas interesantes y sucesos detrás las cámaras que hasta la fecha se habían mantenido en secreto.
Sin embargo, en el pasado de The Big Bang Theory hay otros episodios interesantes que no han formado parte del libro, como aquel en el que la exitosa serie fue plagiada descaradamente por una producción bielorrusa a la que casi le sale gratis la jugada.
Fue en el año 2010, coincidiendo con la emisión de la tercera temporada, cuando el 'showrunner' Chuck Lorre, indignado, decidió compartirlo con los seguidores de la serie a través de sus habituales 'vanity cards', las imágenes con pequeñas notas que Lorre dirigía a los espectadores al final de cada episodio. A lo largo de la serie, el prolífico productor ha usado las tarjetas para distintos propósitos, desde compartir su opinión respecto a algún tema importante hasta explicar algunas cuestiones científicas y un largo etcétera. Así, al enterarse de la existencia de una serie que había copiado Big Bang por completo, no dudó en contarlo.
CTV
"Bielorrusia tiene una industria de producción televisiva muy ajetreada. Uno de sus éxitos más recientes es una sitcom sobre cuatro científicos nerds que viven al lado de una hermosa camarera rubia. Los personajes se llaman Sheldon, Leo, Hovard, Raj y Natasha, y la serie se titula The Theorists. Cada episodio comienza con un montaje rápido de imágenes que nos lleva desde los albores del tiempo hasta el momento presente. El montaje está compuesto por lo que probablemente sea la peor pieza de música pop grabada desde el principio de los tiempos. Y finalmente, cada episodio parece ser una traducción al ruso de un episodio de The Big Bang Theory".
No hace falta decir que las similitudes resultaban evidentes, pero si, además de eso, le echas un vistazo a los vídeos e imágenes de la serie, el plagio es tan claro que hasta parece mentira que esto pudiera suceder en realidad.
"No quiero participar en una serie robada"
La solución del problema, sin embargo, no fue tan sencilla como para poner una demanda y esperar a que un juez les hubiese dado la razón, que se la hubiesen dado. Como Entertainment Weekly publicó entonces, la serie tampoco tenía licencia y, según Lorre, era "casi imposible demandar por infracción de derechos de autor en Bielorrusia" porque la productora de televisión responsable de la estafa era "propiedad y estaba operada por el gobierno" del país.
Afortunadamente, no fueron necesarias acciones legales de ningún tipo para que la jugada les saliese cara: una vez se dio a conocer el escándalo y que la ficción no tenía licencia, el elenco de actores aseguró no estar al tanto de la situación legal de la serie y renunciaron a sus papeles provocando la cancelación inmediata. "No quiero participar en una serie robada", declaró uno de ellos.
De The Theorists solo quedan un montón de vídeos e imágenes en internet y la increíble historia de un plagio descarado contra el que a punto estuvieron de no poder hacer nada.
