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    Jaime Lorente: "Me parezco muy poco a Denver"
    Alicia P. Ferreirós
    La vida con Amazon, Netflix, HBO o Disney+, la vida mejor. Le gusta perderse en los catálogos en busca de nuevas obsesiones y joyas escondidas.

    El actor se ha hecho famoso mundialmente con su personaje en 'La Casa de Papel'. Le adora, pero no podrían ser más diferentes.

    Netflix
    Honestidad. Corazón. Violencia.

    Así definiría Jaime Lorente a Denver, su personaje en La Casa de Papel, si únicamente pudiera usar tres palabras. Así lo describe en declaraciones para Netflix con motivo del estreno de la recta final de la serie desarrollada por Alex Pina y Esther Martínez Lobato, que ha visto la luz en la plataforma de 'streaming' este viernes 3 de diciembre convirtiéndose, en un abrir y cerrar de ojos, en lo más popular.

    Cuando Lorente conoció a Denver, no era el Jaime Lorente conocido internacionalmente que es a día de hoy. Entonces, según explica él mismo, venía de hacer muchísimo teatro, un medio por el que siente un amor muy especial, y su trabajo más grande en televisión había sido en la serie diaria El secreto de Puente Viejo. "Entonces se cruzó en mi camino La Casa de Papel y fue un giro de 180 grados, pero literal. Pasé de 0 a 100 de repente y a relacionarme con una imagen de mí mismo que no conozco", recuerda el intérprete.

    Posteriormente triunfaría de nuevo de la mano de Élite, también en Netflix y junto a algunos compañeros de La Casa de Papel -Miguel Herrán y María Pedraza- y ahora es el encargado de dar vida a un joven Rodrigo Díaz de Vivar en la serie El Cid de Amazon Prime Video. Sin embargo, el personaje que le puso en el mapa internacional fue Denver, ese "algo grande" que quiso hacer desde que empezó a estudiar arte dramático y a hacer sus primeros pinitos en el teatro. Según recuerda Lorente, cuando La Casa de Papel se convirtió en bombazo, "mi vida personal se sintió muy invadida por lo publico, por la exposición", mientras que, a nivel artístico, se le "abrieron muchas puertas". "Estoy muy contento de haber podido sacar lo positivo", reflexiona.

    Respecto a su relación con Denver, un personaje de risa característica, impulsivo, macarra y profundamente únido a su padre, Jaime Lorente tiene claro que no se parecen en nada, pero reconoce que el atracador tiene cualidades admirables.

    Me parezco muy poco a Denver. Muy poco. Soy bastante más reflexivo que él. Menos impulsivo y, sobre todo, menos violento", admite risueño. "Aunque hay algo que le envidio, que he aprendido de él, que es la honestidad

    "Y la relación que tiene con el amor", añade Lorente. "Aunque a veces mal enfocado, porque es torpe. Yo muchas veces digo que cuando alguien quiere salir del barro, sale, pero que sale manchado. Y a Denver le pasa eso. Quiere hacer las cosas bien pero no sabe muy bien cómo hacerlas y todavía tiene el peso de una masculinidad casi tóxica que hace que la cosa no salga del todo bien. Pero es un tío muy honesto. Y con eso es con lo que me quedo".

    Para Lorente, despedirse de La Casa de Papel "ha sido un viaje muy personal y emocional". Lo dice, en sus propias palabras, "como una especie de duelo", admitiendo que, tras terminar el rodaje, necesitó un tiempo para "reposar y reflexionar" sobre todo lo que había sigificado para él ser parte de algo como la famosa serie: "De repente, hay que asimilarlo. Y no sé cómo se pone punto final a algo tan grande".

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