“Ha cambiado la historia de la televisión de nuestro país”. Así definía esta mañana Ana Rosa Quintana a Paolo Vasile al despedir El programa de Ana Rosa. Y no le falta razón. No se pueden entender las dos últimas décadas de la televisión española sin el CEO de Mediaset España. Vasile llegó hace casi 24 años a nuestro país para convertir a Telecinco en líder de audiencia. Un objetivo que cumplió con creces y que ha dejado formatos de éxito como Gran Hermano, Supervivientes o La isla de las tentaciones.
A punto de cumplir los 70 años, Vasile dice adiós a lo que ha sido su vida en las últimas casi tres décadas. Su dedicación absoluta y su buena relación con sus empleados son las claves de su éxito. Sin embargo, las audiencias han sido un quebradero de cabeza en los últimos meses para el principal ejecutivo del sector audiovisual de nuestro país.
La confesión de Amaia Salamanca que sorprende a Broncano: "No puedo escupir, pero puedo eructar"El adiós de Vasile llega en un momento delicado para Telecinco, la cadena principal del conglomerado audiovisual. El canal de televisión casi siempre ha ocupado el primer puesto en cuanto a audiencias se refiere en nuestro país. Todos sus programas rompían récords de cuota de pantalla y mantenían a millones de españoles frente del televisor. Un hecho que cambió en noviembre de 2021 cuando Antena 3 le arrebató el liderazgo. Desde entonces, Telecinco no ha vuelto a recuperar el primer puesto y cada vez está más alejado de su rival.
Esta bajada de audiencia puede deberse a que los formatos de éxito de Mediaset ya han cansado al público español. Los espectadores han dado un golpe sobre la mesa para demostrar a Vasile y compañía que el modelo televisivo que tantas alegrías les ha dado está agotado. ¿Estamos ante el fin de una era en el mundo de la televisión?
Una oportunidad de oro
La fórmula de Vasile se basa en programas en directo, donde los espacios se retroalimentan los unos con los otros, creando un contenido transversal para la parrilla. El entretenimiento barato, también conocido como "telebasura", y la telerrealidad son los dos pilares fuertes de este modelo que se desengrana por momentos.
Con la salida del directivo del conglomerado audiovisual, Telecinco tiene la oportunidad de reformular sus formatos y cambiar de rumbo en la programación. Por ejemplo, acortar las horas dedicadas a Sálvame o introducir concursos en su oferta. Sin duda, Mediaset debe modificar su parrilla y apostar por más programas de entretenimiento si quiere enfrentarse a la potente Antena 3. Pasapalabra, El Hormiguero y las series turcas como Infiel son sinónimo de éxito en el canal privado que poco a poco ha ido conquistando a los espectadores españoles.
No obstante, ni Antena 3 ni Telecinco obtienen los datos de audiencia que poseían hace años. Lo más similar que se ha visto recientemente ha sido el estreno de El novato en el canal de Atresmedia. Esto se debe al surgimiento de las plataformas de 'streaming', como Netflix o Disney+, que ponen en jaque el modelo de negocio de las televisiones convencionales. ¿Conseguirá el sucesor de Vasile recuperar el liderazgo? ¿Volverá la televisión convencional a recoger datos de audiencia similares a los del comienzo de siglo?
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