Hay muchísimas cosas que hacen importante el estilo de Steven Spielberg como director. Su mirada hacia los niños, con la que empatiza hasta tal punto que muchos afirman que se comporta como uno durante un rodaje, le ha llevado a sacar algunas de las interpretaciones infantiles más memorables de la historia. Aunque estuvo cerca de llegar a un punto donde decir basta.
Después de una serie de blockbusters exitosos durante los ochenta, Spielberg sentía que estaba desconectándose del motivo por el que quería ser director: poder contar historias profundas, a veces personales. El color púrpura fue su primer intento por aproximarse a una temática más adulta fuera del cine espectáculo, pero El imperio del sol fue donde volcó más de sí mismo, intentando explorar el fin de la inocencia.
El resultado fue más que notable, consiguiendo otra formidable película digna de ser recordada y con un Christian Bale jovencito mostrando talento para dar vida al protagonista. Sin embargo, el director se dejó contaminar por parte de la recepción más negativa de la película. A pesar de que Spielberg se había "ganado el derecho de fallar comercialmente", le hizo mella que El imperio del sol sólo hiciese 66,7 millones de dólares en todo el mundo, por debajo incluso de su mayor fracaso hasta la fecha que era 1941.
La clave del éxito de Steven Spielberg con los niños de sus películas: así cambia su manera de dirigir cuando está con ellosSpielberg afirmó que sabía de antemano que su "película personal de gran amplitud" no iba a tener un amplio atractivo para el público. Aun así, se quedó algo chafado después de que los Oscars también decidiesen que la película era algo menor. Se llevó seis nominaciones en los premios de aquel año, pero todos técnicos y no ganó ninguno.
No conseguir colarse en película o director hizo a Spielberg considerar más en serio algunas de las críticas recibidas, aunque su director de fotografía Allen Daviau saliese en su defensa: "Me da mucha pena que a mí me nominen y a Steven no. Es su visión la que hace que todo salga bien. Si Steven no estuviera haciendo estas películas, ninguno de nosotros estaría aquí".
Volver a la infancia con 'Indiana Jones'
Este pequeño chasco llevó a un impulso que muchos consideraban impensable en él. George Lucas recuerda que las críticas realmente hicieron mella en su compañero antes de que ambos trabajasen en Indiana Jones y la última cruzada. El productor y guionista le tanteó la posibilidad de empezar la película con una escena del joven Indy, pero Spielberg tenía dudas: "No quiero hacer más películas en las que salgan niños".
Finalmente recapacitó, y cambió totalmente de opinión con la sugerencia que Harrison Ford le había dado para el papel del Indiana joven: River Phoenix. La joven estrella había trabajado antes con Ford en La costa de los mosquitos, y este avaló completamente su contratación. Al hacer la prueba, Spielberg quedó convencido de que era un intérprete genial y se motivó de nuevo a explorar la perspectiva juvenil en sus películas.
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