A punto de atravesar el meridiano del festival –cómo me gustan estos topicazos- ya se hace palpable el cansancio físico y el agotamiento mental de los cronistas acreditados. Se multiplican los codazos, empujones, discusiones y demás parafernalia antisocial al acceder al interior de los diferentes Palacios donde vemos las incontables películas del certamen. Los nervios andan electrizados por la falta de sueño y la ansiedad por la crónica aún no realizada. Para colmo la lluvia ha llegado para quedarse lo que complica sobremanera el aguantar con elegancia las largas colas de acceso a las películas. Pero bueno, esto es Cannes, y los que ya llevamos unos años bregando con el festival sonreímos con sonrisa torva al reconocer los habituales síntomas del cronista extasiado. Si al menos las películas nos estuvieran gustando…
Amour
Porque no está siendo el caso o, al menos, si hacemos caso a la tanda de películas que toca comentar hoy. Empezando por un clásico del cine de autor europeo: el austríaco Michael Haneke, un hacedor de pesadillas donde la realidad bien se truncaba en alegoría –'Funny Games (Juegos divertidos) (Funny Games)', 'Código desconocido (Code inconnu)'- o bien era la abstracción que la daba forma a un terror visceral –'El tiempo del lobo (Le Temps du loup)', 'La cinta blanca (Das Weiße Band - Eine deutsche Kindergeschichte)'. Para su película de este año en la Competición Oficial del certamen, 'Amour', el cineasta ha pretendido hacer un canto a la vida y al amor conyugal a través de un retrato de enfermedad y muerte. Y es que esta es la historia que cuenta la película: el cómo una pareja de ancianos deben enfrentarse a la enfermedad terminal que está acabando con la vida de la mujer. Para ella Haneke cuenta con dos intérpretes soberbios, Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva, que escenifican a la perfección el ritual de amor y muerte que propone la obra. Las intenciones del firmante de 'El video de Benny (Benny's Video)' son las mismas de siempre -retratar el horror existencial haciendo especial hincapié en la tortura física y emocional de sus protagonistas- pero con una sutil variación ya que por primera vez Haneke se posiciona del lado de los sufrientes, haciendo énfasis (ya desde el título de la película) de que ésta, por encima de todo, es una historia de amor que confronta el abismo con el máximo de dignidad posible. Me parece perfecto, ahora, eso no quita que su visionado sea una experiencia que bascule entre lo macabro y lo agotador.
The hunt
De Haneke a Thomas Vinterberg y tiro porque me toca. En 'The Hunt (Jagten)' el cineasta danés surgido de las filas del manifiesto Dogme 95 –aún no ha sido capaz su ópera prima, 'Celebración (Festen)'- retrata una historia que, en el caso de que le hubiera salido bien, se podría contar como un cruce entre 'Perros de paja (Straw Dogs)' y 'Falso culpable (The Wrong Man)'. La película cuenta la pesadilla de un cuidador infantil cuando una de las niñas con las que trabaja confiesa haber sufrido abusos sexuales por su parte (en un plano enfático lamentable donde vemos a la joven hablar entre las sombras: el primero de los muchos subrayados estéticos con que Vinterberg nos golpeará a lo largo de la cinta); a partir de ahí toda la comunidad se situará en su contra, dando pie a esa caza humana a la que hace referencia su título original. Lo que no deja de ser curioso es que pese a que la película es un claro ejemplo de cine fallido mal rollista, no por ella deja de contar con un puñado de buenos recursos que hacen que su visionado sea perfectamente disfrutable. Por ejemplo su protagonista, Mads Mikkelsen, más que probable ganador del Premio al Mejor Actor del festival, que ofrece un perfecto ejemplo de contención interpretativa –en las antípodas de la excentricidad de, por ejemplo, Javier Bardem o Nicolas Cage- e inapelable presencia física (el actor de 'Valhalla Rising' podría ser el Michael Fassbender del 2012). Es gracias a él, que aguanta como un pilar casi todos los planos de la cinta, que 'The Hunt (Jagten)' no sólo no naufraga sino que, incluso, puede llegar a sorprender con las mejores ideas del guión, principalmente, el cierre redentor de la cinta que, por razones obvias, aquí no vamos a desvelar. La película fue recibida con abucheos.
Cerramos con una película bien curiosa y divertida: 'Antiviral' de Brandon Cronenberg, hijo de David (que, por cierto, se hallaba en la sala apoyando al equipo), que ha presentado en la sección Un certain regard. Recibida de forma agria por la crítica, la película es un divertimento en toda regla, donde el joven cineasta ya no sólo es que homenajee las primeras películas de su padre, sino que llega a heredar el testigo de sus principios estéticos y teóricos (más los segundos que los primeros), en especial a todo lo que se refiere a la "nueva carne" cronenbergiana (con 'Videodrome' como principal obsesión). 'Antiviral' es una historia retrofuturista donde una sociedad obsesionada con sus estrellas de la prensa del corazón ha comercializado los virus y patógenos de estos para que sus fans puedan sentirse más cerca de ellos. A partir de ahí un enrevesado argumento que mezcla con inteligencia pulp el espionaje industrial, el mercado negro y la estupidez de la sociedad de consumo –todo ello bañado en pústulas, erupciones, tumores y vómitos sanguinolentos- logra adquirir toques de pesadilla orwelliana (si obviamos la obsesión con el color blanco de Cronenberg Jr. la película tiene un aire (contaminado) al 'Brazil' de Terry Gilliam). El film podría haber sido notable si no fuera por su excesiva duración y por su escasa capacidad para la contención, tanto argumental como dramática. Es decir, 'Antiviral' tiene buenas ideas, pero ellas por sí solas no sirven para cubrir ciento veinte minutos de vericuetos kafkianos, y más en un festival donde vamos siempre sobrepasados por la hora. Montadores del mundo del cine, ¿para qué existís?
Música de fondo: The Cure
Alejandro G.Calvo
+ Todas las crónicas de Cannes 2012 by Alejandro G. Calvo
Día 1: Wes Anderson abre Cannes con 'Moonrise Kingdom'
Día 2: Jacques Audiard y Marion Cotillard se ahogan con 'Rust and bone'
Día 3: Vuelve el mejor Michel Gondry con 'The we and the I'
Día 4: Conmoción en Cannes por el desnudo de Jessica Chastain en 'Lawless'
Día 5: Michael Haneke y su canto a la vida en 'Amour'
Día 6: Trío de ases: Abbas Kiarostami, Hong Sangsoo y Alain Resnais
Día 7: La reinvención del noir en tiempos de crisis por Andrew Dominik y Brad Pitt
Día 8: De la corrección de Walter Salles ('On the road') a la locura de Leos Carax ('Holy motors')
