Han pasado más de 40 años desde que Harrison Ford se metiese por primera vez en los zapatos de Indiana Jones, uno de los personajes más representativos de su carrera y que le ha acompañado durante prácticamente toda su trayectoria. La última vez que lo haga será en la esperada película Indiana Jones: El dial del destino, quinta entrega de la querida saga de aventuras que, bajo la batuta de James Mangold, llega a los cines el próximo 28 de junio entre bastante expectación.
En ella Ford vuelve a meterse en la piel del arqueólogo más famoso del cine, quien ahora sigue impartiendo clases en la universidad pero que ya se encuentra cerca de retirarse. Estamos a finales de los años 60 y la etapa más importante de su vida parece haber quedado atrás, pero en realidad Indy está a punto de tener que volver a ponerse el sombrero. Ocurre cuando su ahijada, Helena (Phoebe Waller-Bridge) recurre a él para que la ayude a resolver un misterio sobre su padre, un viejo amigo de Indy que encontró algo en un tren durante la guerra y que eso le volvió loco. Sus pesquisas les llevarán a protagonizar una nueva aventura que involucra a un ex jefe nazi, Jürgen Voller (Mads Mikkelsen), y que pone al protagonista cara a cara con su destino.
Como bien saben los fans de la saga Indiana Jones, no es la primera vez que el héroe interpretado por Harrison Ford se enfrenta a los nazis, villanos habituales de la trilogía original.
Y sobre los nazis precisamente preguntó Yahoo Movies! en una reciente entrevista en la que reavivó el antiguo debate que hace seis años se apoderó de las redes cuando un conocido líder neonazi de extrema derecha recibió un puñetazo en la cara durante una entrevista entre las protestas y celebraciones ante la toma de posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos: ¿Está bien darle un puñetazo a un nazi?.
Ahora, Harrison Ford ha tomado partido cuando el periodista le ha preguntado si Indiana Jones apoyaría a las personas que piensan que está bien dar puñetazos a nazis.
Les apartaría de su camino para ser él el que diese el primer golpe. Como debe ser
"Era un mundo en blanco y negro", añadió Ford sobre el ascenso de la Alemania de Hitler. "Este mal se presentó al mundo. Es incalculable que esta visión del mal no sea confrontada". "Ver una amenaza de ello en 1969, saber que Wernher von Braun era nazi y trabajaba para Estados Unidos en el programa espacial después de todo lo que sabíamos sobre su historia y con quién se asociaba. Son sombras grises en un mundo que pensábamos que era blanco y negro", reflexiona sobre la película.
