Todos hemos escuchado alguna vez aquella frase de que "segundas partes nunca fueron buenas", pero la realidad es que la historia del cine nos ha dejado cuantiosos ejemplos de que no siempre tiene que ser así. Hay grandes películas que dieron lugar a secuelas que estuvieron absolutamente a su altura y también hay grandes películas que dieron lugar a secuelas que consiguieron ser aún mejores que la original, aunque siempre tiene que ir por delante que, sin ellas, no hubieran existido nunca.
Una de esas secuelas que lograron superar a su predecesora es Terminator 2, estrenada en España bajo el título Terminator 2: El juicio final. Una película que se estrenó siete años después de que Terminator resultase ser una obra maestra de la ciencia ficción y catapultase la carrera tanto de su entonces debutante director, James Cameron, y de su actor protagonista, Arnold Schwarzenegger en 1984.
En 1991, James Cameron regresó al universo Terminator con un segundo largometraje de nuevo protagonizado por Schwarzenegger y entre una gran expectación. Como habían pasado 7 años desde la primera película, el director había evolucionado bastante en su carrera, que había dedicado a otras dos películas: Aliens, el regreso(1986) -otra de esas películas, por cierto, que para muchos supera la cinta original- y Abyss (1989) -que ya tenía cierto aire a Avatar-.
Con la segunda película, Cameron volvería a demostrar sus dotes para el cine de acción, pero le dio una vuelta importante a la trama de la primera. En El juicio final, Terminator (Schwarzenegger) sigue buscando a Sarah Connor, pero esta vez para proteger a su hijo adolescente John del T-1000, un nuevo cyborg enviado por la inteligencia artificial Skynet. Y así es como surge una amistad improbable entre Terminator y el joven John, mientras Sarah hace todo lo posible para salvar a su hijo.
Qué fue de Edward Furlong: la vida del niño de 'Terminator 2' ha sido un auténtico infierno, pero ya está mejorTerminator 2: El día del juicio final tiene más de 30 años, pero sigue imponiéndose sin despeinarse a muchas películas recientes y sus efectos especiales digitales gracias a sus poderosas imágenes y al hecho de que ha envejecido visualmente muy bien, pero también a nivel de trama.
Las relaciones entre los personajes, y en particular las entre John y el T-800, consiguieron elevar aún más la mitología del universo Terminator al analizar la relación entre el hombre y la máquina, y cuestionaron el potencial para el desarrollo de sentimientos en las criaturas artificiales.
Un clásico de los noventa y un clásico de ciencia ficción que tiene una puntuación de 4,4 estrellas entre los lectores de SensaCine, frente al 4,2 de la de 1984. "Terminator 2: El juicio final significó el encumbramiento definitivo de Cameron como innovador y pope del cine palomitero. Y no es para menos. Es una secuela modélica que superó en todas las facetas a su predecesora, poniendo en duda eso de que las segundas partes nunca fueron buenas", reza la crítica de 4,5 estrellas de SensaCine.