"¿Por qué me traes esta cosa fea?": antes de ser famosa, Meryl Streep fue rechazada por esta famosa película porque no gustó al productor
Alicia P. Ferreirós
Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

Entonces solo estaba comenzando, pero aquellas personas tenían delante a la actriz más veces nominada en la historia de los Oscar

Warner Bros.

Nacida en 1949 y con casi 50 años de trayectoria cinematográfica, Meryl Streep es considerada, a sus 75 años, una de las mejores actrices de la historia del cine. Nominada hasta en 21 ocasiones por su trabajo como actriz en los Premios Oscar, Streep tiene el récord de ser la intérprete -contando hombres y mujeres- que más veces ha optado al premio.

La primera vez que Streep estuvo nominada fue en 1979, como actriz de reparto por la película El cazador de Michael Cimino, apenas dos años después de su debut. Al año siguiente, en 1980, volvería a optar por la misma categoría por su trabajo en Kramer contra Kramer de Robert Benton y, en esta ocasión, sí que lo ganó. De sus 21 nominaciones, Streep lo ha ganado en dos ocasiones más: por La decisión de Sophie en 1983 y por La dama de hierro en 2012. La última vez que estuvo nominada fue en 2017 por su papel en Los archivos del Pentágono.

La trayectoria artística de Meryl Street habla por sí misma y ha tenido la oportunidad de trabajar con los mejores, pero la actriz, como cualquier intérprete que está empezando, también fue objeto de decepciones y rechazos en el pasado. También por su condición de mujer, víctima de los estándares de belleza y edad a menudo exigidos a las mujeres pero que no afectan de la misma manera a los hombres.

Una anécdota relacionada con esto último la contaría la propia actriz en su visita a The Graham Norton Show en 2015, revelando que perdió un papel importante en la nueva versión de King Kong de 1976 por que físicamente no gustó a los responsables de la película.

Entonces Meryl Streep estaba buscando sus primeras oportunidades y surgió una que parecía ser muy buena: el hijo del director de la película, Dino De Laurentiis, había visto a Meryl en una obra de teatro y la llevó a conocer a su padre. "Tenía una oficina increíble desde la que se veía todo Manhattan", recordó.

Entré y su hijo estaba sentado allí, muy emocionado por haber traído a esta nueva actriz. Y el padre le dijo a su hijo en italiano, porque yo entiendo italiano, 'che brutta', ya sabes, '¿por qué me traes esta cosa fea?'

Un comentario ofensivo por mucho que no estuviera previsto que ella lo entendiese y que podría haber resultado humillante y desmotivador si no fuera porque Meryl Streep decidió que no le iba a afectar para nada. "Lamento que piensen que soy demasiado fea para su película, pero su opinión es solo una opinión entre miles", respondió a los productores diciendo.

El papel como es bien sabido no fue a manos de Meryl Streep, sino que fue a parar a Jessica Lange. No obstante, aquellas personas tenían en su despacho a la futura mejor actriz del mundo. Lamentablemente, 50 años después las actrices siguen viéndose afectadas por la presión de la necesidad de encajar en los estándares de belleza para poder trabajar.

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