Winona Ryder abandonó una esperada película de Francis Ford Coppola cuando el rodaje había comenzado: la crítica acabó cebándose con su sustituta
Alicia P. Ferreirós
Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

La actriz era una joven promesa en los años 90 y el cineasta estaba volviendo a su saga más exitosa, pero la combinación no salió bien

Acabarían trabajando juntos dos años después en Dracula de Bram Stoker, pero la primera experiencia profesional de Francis Ford Coppola y Winona Ryder no salió nada bien. La actriz, que a finales de los 80 y principios de los 90 se había convertido en una joven promesa gracias a sus papeles en Bitelchús, Escuela de jóvenes asesinos y, por supuesto, Eduardo Manostijeras, había sido la elegida para interpretar a Mary Corleone en El Padrino. Parte III, la tercera película de la saga criminal que el reputado director de cine estrenó 16 años después del estreno de El Padrino. Parte II.

La película, que el cineasta concibió como un epílogo de la duología con el que completaría la historia de Michael Corleone se estrenó a finales de 1990 y sería protagonizada por Al Pacino, Diane Keaton, Talia Shire, Andy García y su propia hija Sofia Coppola, cuya presencia en el elenco se convirtió en el gran azote a Coppola por el filme.

Sin embargo, la realidad es que Sofia Coppola acabó interpretando a Mary Corleone a la desesperada y no como un acto de nepotismo: Winona Ryder abandonó el proyecto de la noche a la mañana cuando el rodaje ya había comenzado y Francis Ford Coppola tuvo que buscar una solución rápida.

El Padrino. Parte III
El Padrino. Parte III
Fecha de estreno 1 de marzo de 1991 | 2h 40min
Dirigida por Francis Ford Coppola
Con Al Pacino, Diane Keaton, Andy Garcia
Medios
4,5
Usuarios
4,1

Por qué Winona Ryder abandonó 'El Padrino' en el último momento

Winona Ryder tenía que incorporarse al set de rodaje justo después de haber rodado Sirenas y, de hecho, no pudo participar en la primera semana de ensayos. Tal y como contaría Andy Garcia a Bussiness Insider en 2020, era Sofia Coppola quien estaba allí, ayudando a su padre con las lecturas, por lo que personalmente a él le pareció una idea bastante natural cuando recurrieron a ella: "[Winona Ryder] Estaba rodando otra película, así que ni siquiera participó en la primera semana de ensayos que hicimos en Napa cuando empezamos. Pero Sofía estaba allí, se sentó y leyó el guion incluso entonces. Así que cuando eligieron a Sofía, pensé: '¡Vamos! Estoy totalmente comprometido'".

Garcia, que compartía bastantes escenas con su personaje, ni siquiera llegó a interactuar con Ryder: "Llegó al plató ese día y la estaban maquillando. Le di su espacio porque le estaban haciendo algunas pruebas. Pensé que cuando terminara, seguro que la traerían al plató y la conocería. Pero se fue a casa y no pudo trabajar, y ahí quedó la cosa".

Ya en ese momento se supo que la razón por la que Winona Ryder había dejado a Francis Ford Coppola compuesto y sin Mary Corleone fue porque la actriz sufrió una crisis nerviosa. Sin embargo, la elección de Sofia como sustituta fue uno de los mayores reproches a la película.

Meses antes del estreno Vanity Fair había publicado un reportaje sobre la realización de la película que abordaba lo sucedido. En un artículo firmado por Peter J. Boyer se narraba que Ryder llegó al set de tras terminar el rodaje de Sirenas junto a su novio de entonces, Johnny Depp, y la llevaron inmediatamente a la oficina de producción para prepararla para el rodaje del día siguiente. "Se la veía bastante cansada, y varios miembros del equipo de producción notaron que algo no iba bien", informó Boyer. "Pero solo tenía que decir un par de frases al día siguiente, así que lo dejaron pasar". Según el artículo, Ryder había sufrido una crisis nerviosa y fue Depp quien llamó al estudio al día siguiente y dijo que "Winona no se encontraba bien, no podía levantarse de la cama y no podría rodar su escena". Nunca llegó a pisar el plató de El Padrino. Parte III.

Ante la situación, Coppola decidió darle el papel a su hija Sofia, pero aquella decisión sería rápidamente cuestionada por la crítica. El trabajo de la actriz fue objeto de duras críticas y, con el tiempo, se ha llegado a considerar que llegó a perjudicar el prestigio de su padre, considerado uno de los grandes maestros del Séptimo Arte. También, la carrera de ella cuando apenas acababa de empezar. No obstante, a Sofia Coppola le fue bien en su verdadera vocación detrás de las cámaras, convirtiéndose en una elogiada cineasta que incluso ganó un Óscar al mejor guion original por Lost in Translation (2003).

Respecto a Ryder y Coppola, acabarían trabajando juntos en Dracula de Bram Stoker poco después, aunque aquella tampoco fue una experiencia buena para la actriz.

FBwhatsapp facebook Tweet
Links relacionados