Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint y todos los 'potterhead's han vuelto a recibir su carta para Hogwarts. HBO Max ya ha estrenado Harry Potter: Regreso a Hogwarts, una reunión que ha juntado a las estrellas de la franquicia para disfrute de los fans, que llevaban diez años -desde el estreno en 2011 de La reliquias de la muerte - Parte 2- sin verles juntos en pantalla. La ocasión lo requería. Se han cumplido 20 años del estreno de La piedra filosofal, la cinta que lo cambió todo, y había que repasar lo que el universo de J.K. Rowling ha aportado a la cultura universal.
El Gran Comedor se ha vestido de gala una vez más para recibir a los actores que dieron vida a los alumnos del colegio de magia y hechicería. Además del trío de protagonistas, secundarios estelares como Evanna Lynch -la entrañable Luna Lovegood-, Robbie Coltrane -el inolvidable Hagrid- o los gemelos James y Oliver Phelps -los queridos Wesley- han acudido a la invitación para repasar los mejores momentos de la franquicia. Nadie podía faltar a un evento tan especial.
'Harry Potter': ¿Qué pasó con estos actores después de Hogwarts?El impacto que tuvo la saga literaria en la sociedad fue enorme y único. Solo Star Wars o El señor de los anillos se encuentran al mismo nivel que ha alcanzado la historia sobre 'el niño que sobrevivió'. Llegó a personas de generaciones muy diferentes y de todos los lugares del mundo y, décadas más tarde, sobrevive con la misma frescura que tenía entonces. Nació, además, en un momento en que el interés por las novelas estaba en decadencia. De repente, quien no había cogido un libro en su vida se interesó por esta serie que llegaría a tener 7 volúmenes. "Se dieron cuenta de golpe del poder de la literatura", cuenta Coltrane.
"No podéis volver a casa": el día después de convertirse en Hermione, Ron y Harry
Los padres de Daniel Radcliffe no querían que el pequeño tomase el camino de la actuación y, desde luego, no planeaban para él un traslado a Los Angeles que le convertiría en una estrella de Hollywood a sus 11 años. Pero el productor David Heyman les convenció para que se presentara para el papel y, una vez que se dieron cuenta de que era el Harry Potter perfecto, no lo dejaron escapar.
La primera prueba que hicieron con Emma Watson, Daniel Radcliffe y Rupert Grint demostró que ellos tenían que ser los protagonistas. Tenían una química natural que apareció desde el primer minuto. Ellos mismos recuerdan que algo hizo "clic" cuando se juntaron y se convirtieron en Hermione, Ron y Harry de manera inmediata.
Cuando les anunciaron que eran los elegidos, el equipo les dijo que debían estar preparados para ser asediados por la prensa. Iban a dar vida a los personajes principales de una de las novelas más importantes del mundo y toda la atención estaba sobre ellos. "No podéis volver a casa", les advirtieron, ya que su puerta iba a estar llena de periodistas esperando declaraciones. De repente, no eran unos niños británicos comunes. Eran los protagonistas de Harry Potter.
Draco Malfoy: ¿malo o víctima?
Los Malfoy son los magníficos villanos de la historia. Es fácil odiarles y se hace, además, bien a gusto. Parte del mérito lo tiene Jason Isaacs, que se mimetizó con Lucius Malfoy al primer instante y disfrutó cada segundo del rodaje. No solo estaba encantado de poder ser el malo malísimo de la historia, también entendió la función de su personaje rápidamente. "Para mí, su función en la historia es explicar por qué Draco era un matón tan horrible, cruel y sádico en el colegio", reflexiona Isaacs.
Si viste las películas de pequeño, seguramente tomarías a Draco Malfoy como un ser desagradable y lleno de odio. En cambio, al revisarlas desde otra perspectiva, se entiende que era víctima de su familia. "Gran parte del viaje de Draco tiene que ver con complacer a su padre", reflexiona Isaacs. Se ve obligado a hacer cosas que no quiere y, al final de la saga, consigue desligarse un poco de su herencia 'malfoniana' y ver a Harry más allá del conflicto.
Solo Alan Rickman sabía lo que iba a pasar en la saga
Gary Oldman confiesa que los actores no sabían lo que iba a pasar con sus personajes en las siguientes películas. JK Rowling no se lo quería decir, pero tuvo que hacer una excepción con el gran Alan Rickman. Este actor que forma parte de la realeza británica de la actuación necesitaba saber qué iba a pasar y Rowling no tuvo el valor de rechazar su petición.
"Ojalá hubiera sabido lo que iba a pasar", dice Oldman a Radcliffe, quien le desvela que Rickman sabía todo lo que venía después. "Al principio fue y le dijo a Jo: 'Me hace falta saber qué va a pasar'. Y no se lo contó a Chris [Columbus]. No se lo contó a nadie. Chris le preguntaba y él respondía: 'Luego te lo cuento", recuerda el actor mientras Oldman estalla en carcajadas.
Adiós a los actores de 'Harry Potter' que han fallecido
El equipo de Harry Potter ha tenido que decir adiós a muchos de sus miembros. El primero fue Richard Harris, el Dumbledore de La piedra filosofal, que falleció tras la grabación de la película. "Era una persona muy especial y cariñosa", recuerda Watson, "tenía mucha chispa". Richard Griffiths, el malvado Vernon Dursley, que falleció a causa de un problema de corazón en 2013, también es recordado en la reunión. Radcliffe reconoce que es la muerte que más le ha afectado. "Era muy generoso, quería compartir todo contigo", recuerda el actor.
Una de las más recientes ha sido Helen McCrory, que falleció en abril de 2021 víctima de un cáncer de pecho. Jason Isaacs, que daba vida a su esposo en la ficción, cuenta que se siente afortunado por haber podido trabajar con ella y Felton recuerda, emocionado y sin poder articular palabra, lo especial que era.
Una de las muertes que más ha dolido, tanto para los actores como para el público, es la de Alan Rickman. El actor falleció en enero de 2016 a causa de un cáncer de páncreas. La relación que consiguió con los jóvenes actores era muy especial. "Siempre se tomó mis pensamientos y mis opiniones muy en serio y yo lo pareciaba mucho", dice Watson.
Son como de nuestra familia, es el mismo tipo de duelo", confiesa Grint, "Se fueron muy pronto
Emma Watson (corazón) Tom Felton
El rodaje de las entregas de Harry Potter era una especie de campamento cinematográfico para las decenas de adolescentes que interpretaban a los alumnos de Hogwarts. "[El cáliz de fuego] fue una película muy interesante porque había muchas hormonas en el aire", dice Grint. De manera inevitable, tenían que surgir los enamoramientos. Uno de los más sonados es el de Emma Watson, que cayó rendida ante los encantos de Tom Felton.
'Harry Potter: Regreso a Hogwarts': Emma Watson recuerda cómo se enamoró de Tom Felton"Entré en la sala donde teníamos la tutoría. La tarea que nos habían dado era dibujar cómo creías que era Dios y Tom había dibujado una chica con una gorra hacia atrás en un monopatín. Y no sé cómo decirlo: me enamoré de él hasta las trancas", recuerda la actriz. Con la pasión con la que se viven los amores infantiles, Watson llegaba al rodaje y buscaba el número de Felton en la hoja de las tutorías. Si aparecía, le alegraba el día. Pero no era correspondido. Él siempre la vio como su hermana pequeña, pero no significa que no hubiese amor entre ellos. "Siempre he sido muy protector con ella. Siempre he sentido debilidad por ella", reconoce Felton.
Eso sí, que ningún fan se haga ilusiones. "No ha pasado nada, pero nada de nada, romántico entre nosotros", zanja Watson.
Crecer en 'Harry Potter'
Si pasar la pubertad ya es una tarea complicada, hacerlo delante de las cámaras añade un nivel más de complejidad. Daniel Radcliffe, en una conversación con mucha química con Helena Bonham Carter, confiesa que se alegró mucho de que ella les tratase como adultos. Habían crecido con Maggie Smith y Alan Rickman, que les conocieron cuando tenían 10 años y, prácticamente, se convirtieron en sus segundos padres. Carter apareció en plena adolescencia, por lo que la relación era muy diferente.
Era lo que la franquicia, que iba volviéndose más oscura con cada nueva entrega, requería. Los realizadores ayudaron a conducirla por ese camino y cada cambio en la dirección servía para dar un paso adelante, tanto en la madurez de la historia como en las relaciones con los actores protagonistas. Lo que comenzó con un Chris Columbus guiando con mucha paciencia a los jóvenes intérpretes terminó con David Yates liderando a unos adultos hechos y derechos.
Entre medias se produjo la búsqueda de la propia identidad de los jóvenes. Hubo mucho apoyo y camaradería entre ellos, pero eso no evitó que surgieran dudas en algunos casos.
Las soledad de Emma Watson y el precio de la fama
"Emma no tenía claro si quería volver para hacer otra película de Harry Potter", recuerda David Yates. El precio de convertirse en ídolos internacionales a una edad tan temprana es alto. Los actores crecieron rodeados de fama y, en determinado momento, empezaron a plantearse si eso era lo que querían realmente. "La orden del Fénix fue cuando las cosas empezaron a complicarse", señala Rupert Grint.
Todos ellos pasaron por un periodo de dudas y reflexiones, pero no hablaban de lo que les sucedía. "Con 14 años no me iba a plantar delante de otro niño de 14 años para preguntarle: 'Oye, ¿cómo te encuentras? No sé, ¿qué tal va todo?", reconoce Daniel Radcliffe. Los actores se encontraban en el mismo punto, pero no lo sabían. "Nunca hablamos del tema. Supongo que cada uno lo llevaba a su manera pero estábamos sufriendo al mismo tiempo", añade Grint.
La que se llevó la peor parte fue Emma Watson. "Encontré una página en mi diario que era un poco... Salta a la vista que a veces me sentía sola", desvela la actriz. Todos formaban una familia, pero ser la única chica del grupo de protagonistas y, además, la más joven le pasó factura.
La gente siempre olvida lo que supuso para ella y la elegancia con la que lo llevó. Rupert y Dan se tenían el uno al otro. Emma no solo era más joven, sino que estaba sola", confiesa Tom Felton
"Lo de la fama me vino grande", cuenta Watson. Afortunadamente, el vínculo que habían creado desde la primera película hizo que fuera fácil superar esas dudas. "Nosotros cuidábamos los unos de los otros", reconoce la actriz. Tenían plena confianza los unos con los otros y sabían que, si estaban cansados o necesitaban ayuda, siempre tendrían disponible el hombro de un compañero.
Ahora no se ven tanto, no están tan presente en la vida de los otros como les gustaría, pero la conexión sigue ahí. "Somos una familia. Siempre lo seremos, aunque no nos veamos. Tenemos un vínculo muy fuerte que siempre compartiremos", zanja Grint.
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