Una película llena de suspense, pero también con ganas de pasárselo bien. Elegante y fina, pero también algo oscura. Una intriga hitchcockiana, pero con alma de comedia. Así es Un pequeño favor, el thriller protagonizado por Blake Lively y Anna Kendrick que recientemente anunció su secuela de la mano de Amazon. Por el momento, la primera la podemos disfrutar en Netflix, aunque por tiempo limitado, ya que después de este sábado 21 de mayo abandona la plataforma.
Así, estamos ante los últimos días para disfrutar de una simpática y sugerente película adulta que fue una de las sorpresas en taquilla de 2018. Con el regreso tanto de Lively y de Kendrick, así como del director Paul Feig, la secuela apunta a ser una de las películas más esperadas para el futuro. Por eso, lo mejor es aprovechar ahora para repasar o descubrir esta adaptación de la novela de Darcey Bell.
La película nos pone en la perspectiva del personaje de Kendrick, una ama de casa de un pueblecito modesto que también realiza vídeos de recetas y consejos de paternidad en YouTube. Nada que la haga especialmente popular entre el grupo de padres del colegio. Pero un día entabla amistad con la madre del nuevo mejor amigo de su hijo, interpretada por Lively, una mujer sofisticada y exitosa en los negocios con un marido joven (Henry Golding) y casi todo lo que una mujer podría envidiar.
Anna Kendrick desvela cómo fue besar a Blake Lively en 'Un pequeño favor'Ambas comienzan a tener una relación bastante amigable, hasta que de repente Lively desaparece sin dejar rastro, de manera misteriosa. A partir de aquí se va desarrollando una serie de intrigas y un proceso de investigación que llevará a descubrir grandes traumas y asuntos del pasado que muestran que nada era tan bonito como mostraban las apariencias.
Toda esta intriga la vuelve un thriller impecable y lleno de suspense, muy de vieja escuela pero sin renunciar a ambiciones comerciales actuales. El director Paul Feig consigue aderezar muy bien el conjunto añadiendo ciertos componentes de su comedia improvisacional, que han estado presentes en éxitos suyos como La boda de mi mejor amiga o Espías. Ese tono particular la volvieron una propuesta fresca en la cartelera de aquel momento.
Paul Feig aclara por qué 'La boda de mi mejor amiga' no tendrá una secuelaSu carácter ingenioso, sofisticado, pero cargado de complejidad y oscuridad, consigue funcionar gracias a sus dos grandes estrellas, que defienden con aplomo sus respectivos roles y generar también una fantástica química entre ellas. Kendrick da un interesante giro a su típico personaje bienintencionado que casi se confunde con excesivamente ingenuo, mientras que Lively se muestra más estelar que nunca.
La buena sucesión de diálogos, los agradecidos puntos de humor y un montaje muy bien medido para mantener el suspense son muestras de lo acertada que es su propuesta y lo bien ejecutada que está. El público la abrazó en su momento, recaudando 97 millones de dólares en todo el mundo con sólo un presupuesto de 20 millones -un presupuesto, dicho sea de paso, muy bien aprovechado-. Con la secuela en camino, es buen momento para volver a abrazarla.
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