Ha llovido desde que El juego del calamar debutase en Netflix como un auténtico fenómeno, pero la serie que hizo historia en la plataforma sigue estando muy presente en los planes de futuro de la compañía y no solo por la segunda temporada que tanto les costó asegurar. Antes de la temporada 2 de El juego del calamar, la plataforma de 'streaming' desarrollaría Squid Game: The Challenge, una competición tipo reality basada en la famosa serie en la que un grupo de 456 concursantes se enfrentarían entre sí a distintas pruebas eliminatorias para hacerse con un premio final de 4.56 millones de dólares.
Sin embargo, tan solo han hecho falta unos cuantos días de rodaje para que Squid Game: The Challenge se haya puesto en el punto de mira, puesto que varios de sus concursantes han denunciado que el 'reality' era un absoluto desastre y que las condiciones que se experimentaban en el eran "absolutamente inhumanas".
"Fue la cosa más cruel y mezquina por la que he pasado", contaba un ex concursante a Rolling Stone. "Éramos una carrera de caballos humanos, nos trataban como caballos y la carrera estaba amañada". "Todo el tormento y el trauma que experimentamos no se debió al juego ni al rigor del juego", señalaba otro exjugador a la publicación. "Fueron las incompetencias: mordieron más de lo que podían masticar".
En total han sido cuatro los ex concursantes que han compartido experiencias con Rolling Stones, pero la popular publicación no ha sido la única que ha compartido testimonios en los últimos días. De hecho, la prestigiosa Variety publicaba también el relato de un concursante británico sobre su experiencia en la recreación del juego "Luz roja, luz verde", en la que aproximadamente 228 concursantes eliminados a finales del pasado mes de enero y cuyo rodaje se convirtió en portada en The Sun.
Según el relato de algunos concursantes, la productora Studio Lambert les había hecho pasar mucho frío en un hangar de aviones en Bedford jugando un juego interminable en el que tenían que mantener poses de estatua durante casi 30 minutos en una jornada de 9 horas. Un escenario que un concursante llegó a describir como "zona de guerra" y en el que tuvieron que intervenir los servicios médicos en diversas ocasiones. Según algunos relatos, los concursantes tenían miedo de ayudarse unos a otros por miedo a ser eliminados: "Hay 4,5 millones en juego y si te mueves, estás fuera. Me fijé en mucha gente con la idea de que iban a cambiar la vida de su familia. Estas personas estaban dispuestas a morir", apuntaba otro. "Creo que los productores querían eso. Querían que la gente no pensara en su salud, que no se preocupara por su seguridad".
Asimismo, los testimonios que recoge Rolling Stones también acusan a la competición de estar amañada: que sus vuelos de vuelta estaban reservados incluso antes de haber sido eliminados o que habían notado señales claras de que había concursantes preseleccionados para la siguiente ronda.
Netflix y las productoras niegan las acusaciones
Tras las primeras polémicas publicadas a finales de enero, Netflix se apresuró a abordar el tema, asegurando que les preocupaba "profundamente" la salud y la seguridad del elenco y del equipo y que, aunque hacía mucho frío en el set, "los participantes estaban preparados para eso".
Una semana más tarde, tras los testimonios posteriores, Netflix y las empresas productoras volvían a hacer declaraciones el pasado viernes, según recoge Variety: "Nos preocupamos profundamente por la salud de nuestro elenco y equipo, y la calidad de este espectáculo. Cualquier sugerencia de que la competición está amañada o reclamos de daños graves a los jugadores son simplemente falsos. Hemos tomado todas las precauciones de seguridad apropiadas, incluido el cuidado posterior de los concursantes, y un árbitro independiente supervisa cada juego para garantizar que sea justo para todos".
