El juego del calamar y Dragon Ball son dos títulos que no tienen nada en común, más allá de su tremendo éxito internacional. Sin embargo, como sucede incluso en los casos más improbables, si comienzas a escarbar y a tirar del hilo, terminas encontrando una conexión que lo une todo. Aquí el elemento clave es Heo Sung-tae, el actor coreano que interpreta al jugador 101 en la psicótica competición.
En El juego del calamar, Heo Sung-tae es Jang Deok-su, el peligroso miembro de la mafia que hace la vida imposible a sus compañeros. Este papel le ha hecho conocido en todo el mundo y lo curioso es que no hace tanto que se dedica a la actuación. Antes de convertirse en uno de los actores de moda, Sung-tae trabajaba en el departamento de planificación y coordinación de una empresa de construcción naval. Antes de eso, era vendedor de televisores.
Aunque la vida le ha llevado por caminos muy diferentes al de la actuación, su amor por este mundo aparece a una edad muy temprana. En 1990, cuando tenía 13 años, dio vida al saiyan más poderoso y héroe por excelencia: Son Goku. Lo hizo en una película no oficial de acción real titulada Deuraegon bol: Ssawora Son O-gong, igyeora Son O-gong. Si quieres verla, es fácil acceder a ella haciendo una rápida búsqueda en YouTube.
Entre los créditos más destacados de Heo Sung-tae está la serie Gwimul o la película El imperio de las sombras. Puede que empezase tarde a actuar -o, al menos, a dedicarse en serio a ello-, pero ha sido reconocido muy pronto. Ha estado nominado a varios premios de la industria en Corea y, tras el éxito de El juego del calamar, seguro que se le presentan grandes ofertas.
Quién iba a decirle a ese niño y posterior vendedor de televisores que, décadas más tarde, estaría triunfando en todo el mundo y se convertiría en protagonista de la serie más vista en la historia de Netflix. La sangrienta serie sobre el juego de supervivencia alcanzó nada menos que 111 millones de cuentas en la plataforma tan solo en el primer mes que estaba en plataformas.
Su buena acogida ha provocado que el creador, que terminó exhausto de escribir la primera tanda de episodios, empiece a plantearse una segunda temporada. "Escribir El juego del calamar fue más difícil de lo normal para mí, ya que era una serie, no una película", declaraba Hwang Dong-hyuk en una entrevista con Variety. Tiempo después, decía a The Guardian: " Lo estoy considerando. Tengo una imagen de muy alto nivel en mi mente, pero no voy a trabajar en ella de inmediato. Hay una película que realmente quiero hacer. Estoy pensando en qué hacer primero. Voy a hablar con Netflix".
Si ya has devorado El juego del calamar, prueba con estas otras series originales de Netflix que también te proporcionarán horas de entretenimiento -aunque no todas de manera tan sangrienta-.
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