Steven Grant vive felizmente en un modesto apartamento como el encargado de la tienda de regalos de un museo egipcio. Aunque, a veces, tiene unos sueños tan reales que ha decidido atarse a la cama por si padece de sonanbulismo.
Hasta que un día, lo que cree un sueño, se hace realidad y se encuentra con que tiene una voz interior que toma el control de su cuerpo, haciéndole olvidar lo que ha ocurrido en esos momentos. Así comienza una aventura totalmente inesperada donde los dioses egipcios están involucrados.