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    "El mejor largometraje de ficción jamás realizado sobre el mayor mal del siglo": 30 años después, sigue siendo una obra maestra
    Alicia P. Ferreirós
    Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

    Nadie daba un duro por Steven Spielberg y el propio cineasta dudaba de su papel, pero el resultado fue una de las mejores películas de su carrera

    Steven Spielberg lleva más de 60 años haciendo películas y las veces de que alguno de sus largometrajes se ha ganado ser considerado ser historia del cine y formar parte de la cultura popular hace tiempo que no pueden contarse con los dedos de las dos manos. Desde que en los años 70 triunfase con Tiburón y se convirtiese en uno de los jóvenes directores más prometedores de su generación, el cineasta no ha dejado de sumar grandes títulos a su filmografía, desde E.T. El Extraterrestre hasta La guerra de los mundos, pasando por Jurassic Park, En busca del arca perdida, Encuentros en la tercera fase y un largo etcétera.

    Actualmente, a sus 77 años, Steven Spielberg tiene varios proyectos en marcha y su última película, una de las más especiales y personales de su carrera, Los Fabelman, data de 2022. Sin embargo, una de sus mejores películas, si no directamente la mejor, la produjo hace nada más y nada menos que tres décadas: La lista de Schindler, estrenada el mismo año en que lanzó la película más taquillera de la historia hasta esa fecha -Jurassic Park- pero radicalmente diferente.

    Tan diferente, también respecto a sus trabajos anteriores, que la sorpresa del trabajo de Spielberg fue tan grata como mayúscula. El director había llevado su talento a un nuevo nivel. Eso es lo que puede extraerse de las críticas de la época, siendo especialmente interesante una de The New Yorker en 1994 en la que se describe la película y cuál será la percepción sobre ella el el futuro que parece increíble que la escribieran 30 años antes:

    "Una obra de moderación, inteligencia y sensibilidad inusual, y el mejor largometraje de ficción jamás realizado sobre el mayor mal del siglo", escribía Stephen Schiff sobre La lista de Schindler en 1994. "El tipo de película que las modas sobre los gustos y la política no eliminarán pronto; ocupará su lugar en la historia cultural y permanecerá allí. Y para Spielberg ha tenido el efecto de un bar mitzvá gigante, un rito de iniciación. [...] El Delfín se ha convertido en Rey".

    Ha habido películas con causas dignas antes, y el impacto de 'La lista de Schindler' ha superado a casi todas ellas, porque, para mucha gente en el negocio del cine, parece un fenómeno inexplicable. Hollywood entiende el talento, pero el genio lo desconcierta; comprende las apariencias, pero la sustancia lo desconcierta. El genio de Spielberg es aún más desconcertante porque da muy pocas señales externas de tenerlo

    "Me tomó años antes de estar realmente listo para hacer La lista de Schindler", declaró el propio Spielberg en una entrevista para la publicación. "Tenía muchos proyectos en mis estantes que eran de naturaleza política y tenían escrito 'hecho social' por todas partes, incluso tenían estampado 'políticamente correcto' sobre ellos. Y no hice esas películas porque estaba censurando esa parte de mí al decirme a mí mismo: 'Eso no es lo que el público aceptará de ti'. Lo que aceptarán de ti son emociones, escalofríos, asombro y tipo de cosas", explicaba el cineasta sobre sus miedos.

    Unos miedos no poco fundados, puesto que varios dudaron de su capacidad de dirigir una película como esta y, antes del estreno, algunos ya vaticinaban su mal resultado alegando que su estilo era demasiado "blockbuster".

    "Sentí que me alejaba del motivo por el que me hice director": rodar acción casi deprime a Spielberg, pero le llevó a hacer dos de sus películas más personales

    La creación de una obra maestra

    Basada en la novela de 1982 Schindler's Ark de Thomas Keneally con guion de Steven Zaillian, la película comenzó a gestarse incluso dos décadas antes de la publicación de la novela. Por raro que suene. Uno de los judíos a los que salvó Schindler, Poldek Pfefferberg, estaba muy interesado en contar la historia, pero la verdadera oportunidad de hacerlo, a pesar de algunos intentos previos, no se presentó hasta el lanzamiento del libro de Keneally. Con la compra de los derechos por parte de Universal y Spielberg vinculado al proyecto desde el principio, la maquinaria se puso el marcha casi desde el principio, aunque el filme no se estrenase hasta una década después.

    Al principio, Spielberg director dudaba de su propia madurez en la profesión y ofreció el proyecto a otros compañeros, como Roman Polanski o Brian de Palma pero finalmente abrazó la película, para la cual obtuvo un presupuesto de poco más de 20 millones de dólares. El rodaje comenzó a principios de 1993 y se alargó durante 72 días, pudiendo ser estrenada a finales de ese mismo año. La acogida fue espectacular.

    Público y crítica se rindieron a sus pies y, además de una imprevista recaudación de 322 millones de dólares, muy alta para tratarse de un filme histórico en blanco y negro sobre el Holocausto, La lista de Schindler se consideró la mejor película que se había hecho nunca sobre el considerado el mayor mal del siglo XX. Nominada a 12 premios Oscar, la cinta se llevó siete, que incluyeron el de Mejor película, Mejor director, Mejor guion y Mejor banda sonora para el siempre brillante John Williams.

    El resultado mereció la pena, pero el camino no fue fácil: hijo de padres judíos, el director tenía familiares que perdieron la vida en campos de concentración y le resultó especialmente difícil afrontar las atrocidades que recreaba día tras día. Además, el rodaje fue víctima de algunos ataques. El director no ha escondido nunca que lo pasó mal y que, de hecho, su amigo Robin Williams fue clave a la hora de levantar el ánimo.

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