Nominado al Oscar en tres ocasiones, Ryan Gosling todavía no se ha hecho con la estatuilla en ninguna ocasión, pero se ha ganado con creces el ser considerado como uno de los actores más carismáticos, talentosos y versátiles de Hollywood. Sin embargo, su mejor película -o como mínimo la mejor valorada de su trayectoria- no es ninguna por las que pudo hacerse con el prestigioso premio -Half Nelson, La ciudad de las estrellas. La La Land y más recientemente Barbie- sino un impecable thriller independiente de 2011 que en poco más de 10 años ya se considera de culto.
Esa película es Drive, una adaptación de una novela homónima de 2005 de James Sallis dirigida por el cineasta danés Nicolas Winding Refn, quien fue elegido propio Gosling tras incorporarse al proyecto. "Se suponía que iba a ser una película comercial sobre un especialista de Hollywood que roba bancos por la noche, y me dijeron que podía tener al director que quisiera, declaró el actor a The Playlist más tarde ese mismo día. "Siempre que pudiera hacerlo. Era la primera vez que recibía un guion y podía elegir al director. Y pensé: 'Tiene que ser Nicolas'. No había otra opción".
Finalmente el resultado no fue una película especialmente comercial -aunque fue bastante rentable con 81 millones recaudados frente a sus 15 de presupuesto-, pero sí una de las mejores películas del año. Un thriller neo-noir que recibió una ovación de 15 minutos en el Festival de Cannes, donde Nicolas Winding Refn recibió el premio a Mejor director y que tiene una puntuación prácticamente perfecta de 93% en Rotten Tomatoes.
Con una duración de 100 minutos que merecen cada instante de tu tiempo, Drive será emitida esta noche en abierto a través del canal de TDT BOM Cine a las 22:01 horas.
En Drive, Ryan Gosling interpreta a un conductor sin nombre cuyo trabajo es bastante emocionante: de día se gana la vida como especialista en Hollywood y es el mejor en su campo. Pero lo mismo ocurre con su trabajo nocturno como chófer al servicio de criminales. Su representante, Shannon (Bryan Cranston), lo pone en contacto con clientes adinerados para quienes entrega el botín de forma segura y rápida tras un robo a un banco, sin hacer preguntas ni interferir.
Su vida cambia cuando conoce a su vecina, Irene (Carey Mulligan), una madre que vive en el apartamento de al lado, y se enamora de ella. Cuando su marido, Standard (Oscar Isaac), sale de prisión y le ofrece trabajo, este acepta, sin saber las consecuencias. El golpe sale mal y Driver, junto con Irene, debe luchar por su vida.
"Una película tremenda, segmentada en pequeñas dosis sincopadas de violencia y romanticismo, toda ella irremisiblemente abocada a un final presumiblemente trágico", escribía sobre ella Alejandro G. Calvo en su crítica de 5 estrellas para SensaCine. "Una combinación, la de la máxima sensibilidad con la más extrema violencia, que en Drive funciona como un cocktail perfecto, de una belleza muy pop y con una fluidez que hace parecer aburridas todas las películas de coches de los últimos diez años".