Jennifer Lawrence tiene varios proyectos de futuro en marcha y en 2023 regresó a las salas de cine con la divertida comedia Sin malos rollos, pero, desde que en 2019 volviese a interpretar a Mística en X-Men: Fénix Oscura, la actriz estuvo un tiempo alejada de la gran pantalla y apenas estrenó un par de películas en plataformas: No mires arriba para Netflix y bajo la batuta de Adam McKay, y la película de Apple TV+ Causeway en la que interpretó a una soldado americana afectada por una lesión cerebral.
Sin embargo, desde que a principios de la segunda década de los 2000 la intérprete, que ahora tiene 33 años, comenzase a despuntar con su papel en Winter's Bone, fichase por X-Men y se convirtiese en la protagonista de una de las más populares sagas postapocalípticas del cine, Los juegos del hambre -todo prácticamente al mismo tiempo-, su carrera fue un auténtico no parar durante 10 años, coronándose como una de las actrices más populares del momento.
Durante la década más prolífica de su carrera Jennifer Lawrence estrenó películas de mayor y menor éxito, pero también vivió uno de los momentos más especiales de su trayectoria: ganar el premio Oscar a la Mejor actriz por su trabajo en la película El lado bueno de las cosas, que protagonizó junto a Bradley Cooper y que fue objeto de grandes elogios. En aquel momento, con apenas 21 años Lawrence era parte de dos franquicias de éxito y además acababa de ganar el Oscar, así que Hollywood se rindió a sus pies.
"No supe cómo solucionarlo": Jennifer Lawrence se hizo una estrella con 'Los juegos del hambre', pero afectó a su carrera como actrizA El lado bueno de las cosas le siguieron La casa al final de la calle, La gran estafa americana -por la que volvió a ser nominada al Oscar por tercera vez en su carrera-, Serena, Joy -cuarta nominación y récord-, Passengers y Mother!, que compatibilizó con su trabajo en las sagas multimillonarias. No obstante, antes de esa pequeña pausa tras X-Men: Fénix Oscura, Jennifer Lawrence protagonizaría una película por la que llamó mucho la atención, Gorrión Rojo, que no es una de las mejores de su vida, pero que supuso un antes y un después para la actriz y acabó siendo muy importante y liberadora para ella. La película, en la que Jennifer Lawrence volvía a trabajar a las órdenes de Francis Lawrence tras Los juegos del hambre, puede verse hoy en abierto en la TDT.
Toma nota: el canal Be Mad emite Gorrión rojo hoy, martes 20 de febrero, a las 22.05 horas.
En Gorrión rojo Jennifer Lawrence interpreta a Dominika Egorova, una bailarina del Bolshoi que, tras una fractura, se ve obligada a retirarse del mundo de la danza. Obligada por las autoridades rusas y como única forma de mantener sus privilegios y los de su madre enferma, la joven es reclutada por los servicios secretos de su país y se incorpora a un programa ultrasecreto de la KGB llamado Gorrión Rojo en el que comienza una etapa como espía, utilizando métodos de seducción para sacar información a los informadores enemigos.
El primer objetivo de Dominika es Nate Nash, un agente de la CIA afincado en Rusia al que interpreta Joel Edgerton y que controla a un topo infiltrado en el servicio de inteligencia exterior ruso. Al tiempo que Dominika trata de descubrir la identidad del topo, la espía se embarca junto a Nate en una espiral de amenazas, engaños y atracción sexual que les pone en peligro a ambos.
El trabajo de Jennifer Lawrence en Gorrión rojo fue lo más elogiado de la película, que tuvo un éxito bastante modesto a nivel financiero y críticas dispares. Sin embargo, con esta película la actriz rompió con algunas barreras que mantenido firmes hasta la fecha. Por un lado accedió a hacer una dieta, algo a lo que siempre se había negado, porque sintió que en este caso sí estaba justificado para el personaje y, además, interpretó el primer desnudo de su carrera.
"Hizo que me desnudase con cinco mujeres mucho más delgadas que yo": las humillaciones que Jennifer Lawrence sufrió cuando trataba de abrirse paso en HollywoodComo se conocían desde hace años, Lawrence ya había comentado con el director de la película que no estaba interesada en interpretar escenas de sexo ni desnudos, así que Francis Lawrence pensó que quizá no aceptaría el papel. Sin embargo, a la actriz le gustó el guion y sí se mostró interesada. "Para mí, era un guion y una historia increíbles", le contó a Ellen DeGeneres en una entrevista en su programa. "Me encantó el personaje. No quería perdérmelo por mis extrañas inseguridades, así que lo hice. Fue adorable".
Según contó en una entrevista con Entertainment Tonight, al principio estaba muy nerviosa, pero luego acabó sintiéndose muy cómoda y empoderada: "Hay una escena particular en la película en la que tu pesadilla de la escuela primaria se hace realidad, donde estás parado desnudo frente a un salón de clases lleno de gente. Así que eso se hizo realidad, pero en realidad no fue tan malo". Tan cómoda que directamente pasó de usar bata entre toma y toma: "Todo el mundo me hizo sentir tan cómoda que, probablemente, en algún punto hice que todos los demás se sintieran incómodos. Porque yo estaba como: 'No quiero llevar la bata. Tengo calor. Estoy comiendo'. Y todo el mundo estaba como: 'Necesita taparse".
Así, aunque Gorrión rojo no fuera el mejor trabajo de su vida, sí fue clave para que Jennifer dejase atrás un momento traumático en su carrera, cuando fotos íntimas se publicaron como parte de hack masivo de iCloud que había tenido lugar poco antes: "La inseguridad y el miedo a ser juzgado por desnudarme, lo que pasé, ¿debería dictar las decisiones que tomaré por el resto de mi vida?", se preguntaba ante los micrófonos de Variety sobre lo que la empujó a derribar aquella barrera.
