Estrenada en cines en 2013, El lobo de Wall Street de Martin Scorsese fue la película que presentó al mundo a la popular actriz australiana Margot Robbie, quien entonces tenía apenas 23 años y una pequeña lista de papeles a sus espaldas en la que apenas destacaba su paso por la serie Pan Am que protagonizó junto a Christina Ricci y fue cancelada en su primera temporada. En la cinta, cuyo elenco estaba liderado por Leonardo DiCaprio en el que se considera uno de los mejores papeles de su carrera, Robbie interpretaba al personaje de Naomi Lapaglia, la joven novia y posterior esposa del yuppie de Wall Street al que interpretaba DiCaprio.
El éxito de la película, que estuvo nominada a cinco premios Oscar incluido el de Mejor película, permitió a la actriz propulsar su carrera, pero también podría haber acabado con ella desapareciendo por completo del radar.
Así lo ha contado la propia Margot Robbie en una reciente entrevista con Vanity Fair con motivo del estreno el próximo enero de la cinta de Damien Chazelle Babylon, en la que ha compartido que la repentina fama que obtuvo con El lobo de Wall Street la asustó hasta el punto de que incluso consideró dejar el cine por unos pocos años.
Algo estaba pasando en esas primeras etapas y todo era bastante horrible. Y recuerdo haberle dicho a mi madre: 'No creo que quiera hacer esto'. Y ella solo me miró, completamente seria, y dijo: , 'Cariño, creo que es demasiado tarde para no hacerlo'. Fue entonces cuando me di cuenta de que el único camino era hacia adelante
Y eso fue exactamente lo que hizo. Y lo hizo a gran velocidad. Tras participar en varias películas más y dar un paso más en su casi recién adquirida fama con su interpretación de Harley Quinn en Escuadrón Suicida, la joven fue nominada al Oscar a la Mejor Actriz por primera vez en carrera por su papel en Yo, Tonya, en la que brilló encarnando a la patinadora Tonya Harding. Más tarde se reencontraría con Leonardo DiCaprio en Érase una vez. ...en Hollywood, volvería a ser Harley Quinn varias veces y una vez más nominada al Óscar por otro de sus trabajos: Bombshell. En definitiva, en menos de 10 años se convirtió en una auténtica estrella de Hollywood.
En cuanto a su relación con la fama, Robbie ha conseguido encauzarla y vivirla con la mayor normalidad que puede: "Sé cruzar aeropuertos de incógnito y ahora sé reconocer quién está tratando de jorobarme y de qué manera", asegura. También denuncia que a nivel internacional no haya leyes que protejan a las figuras públicas como las que hay en Los Ángeles, puesto que su familia en Australia se ha visto envuelta en situaciones peligrosas mientras los fotógrafos la perseguían: "Si mi madre muere en un accidente automovilístico porque querías una foto mía yendo a la tienda, o tiras a mi sobrino de una bicicleta, ¿para qué? ¿Para una foto? Es peligroso, pero extrañamente parece que nada cambia".
Precisamente este otoño, según cuenta, su madre la llamó realmente preocupada cuando unas fotografías en las que supuestamente aparecía Robbie llorando tras salir de casa de Cara Delevingne en Los Ángeles salieron a la luz: ¿Estaba bien Margot? ¿Lo estab Cara? "En primer lugar, sí y sí. Y en segundo lugar, no estoy en casa de Cara, estoy frente a un Airbnb que había alquilado durante cinco días", explica Margot Robbie a Vanity Fair denunciando cómo puede tergiversarse cada movimiento de tu vida cuando eres una figura pública. "¡Y no estoy llorando! Tenía algo en el ojo. Estoy tratando de agarrar mi mascarilla y sostener una taza de café y no podía sacarme un pelo del ojo".
Margot Robbie, ya una figura bastante imprescindible en Hollywood, estrena nueva película el próximo mes de enero, Babylon, y después la veremos como el famoso personaje de Barbie en la gran pantalla, filme que protagoniza junto a Ryan Gosling como Ken.
