La fama puede parecer muy apetecible: dinero, trabajo, éxito y reconocimiento. Ese es el sueño de muchas personas y por lo que otras tantas admiran a sus ídolos por haberlo alcanzado. Desde fuera, parece que todo son cosas buenas; sin embargo, hay más aspectos malos de los que pensamos. Desde dentro también hay quién considera que el lado negativo pesa más, pues se sienten incómodos ante la falta de privacidad o al ser vistos como los personajes a los que dan vida en lugar de como individuos diferentes. Y, por eso, odian ser famosos.
Es el caso de los actores que recopilamos aquí, que, en más de una ocasión, han mostrado su rechazo a la vida que deben llevar por ser caras conocidas. Sí, Chris Evans, George Clooney o Anne Hathaway no llevan muy bien eso de ser famosos, ¿te lo imaginabas?
Chris Evans
Desde que se convirtiera en el Capitán América de Marvel, Chris Evans ha saltado a la fama internacional, llegando a ser una gran estrella con miles de seguidores en todo el mundo. Por ese mismo motivo, el actor ha reconocido que no se ve actuando durante mucho más tiempo, pues está agotado de encontrarse en el centro del foco mediático. Prefiere adentrarse de lleno en el mundo de la dirección en cuanto acabe su contrato con Marvel Studios.
George Clooney
George Clooney, uno de los veteranos de Hollywood, tampoco disfruta de su fama. Es más, ha asegurado que lo único que desea es poder caminar por Central Park sin ser molestado. Siempre ha comprendido que la fama es parte del trabajo, aunque nunca haya disfrutado de ello, pero ahora que afecta a sus hijos pequeños, está más en contra que nunca.
Anne Hathaway
La oscarizada y polifacética actriz tampoco disfruta de la atención que recibe, sobre todo porque eso implica que, por el hecho de ser famosa, habrá gente que la odie. Anne Hathaway afirma que a veces es imposible ignorar estos comentarios hirientes, que han hecho que se sienta "impactada" y "avergonzada". Por eso con los años también se ha vuelto más reservada.
Harrison Ford
De carpintero a estrella de Hollywood, Harrison Ford le debe la fama a Han Solo. Sin embargo, en los últimos años ha asegurado que odia ser famoso porque le ha costado su privacidad y porque opina que es una carga para aquellos a quien quiere. Alcanzar ese nivel de popularidad con 30 años no encajó del todo en sus planes de vida, y lo cierto es que nos pega tratándose del mítico contrabandista.
Daniel Craig
Aunque dé vida a James Bond, no podían ser más diferentes, pues Daniel Craig ha hablado de lo poco que le gusta la presión que conlleva la fama y lo mucho que ha cambiado su vida, tanto que ya no puede volver atrás a lo que era. "De repente todo el mundo me reconoce, no puedo salir a la calle. En pocas palabras, es un dolor en el culo", se confesaba el actor.
Zach Galifianakis
El cómico de Resacón en las Vegas no está interesado en la fama. O eso asegura él mismo, pues simplemente se considera un actor, no un famoso. Opina que las dos cosas no tienen que ir siempre de la mano y lo prefiere de esta forma. "Ser una celebrity es una tontería. No estoy interesado en ello. Me gustaría ser un actor y ya está", declara Zach Galifianakis, "Estoy siendo honesto. Preferiría hacer mi trabajo y volver a casa para ver Lifetime o algo así”.
Idris Elba
El problema de Idris Elba no es tanto con la fama en sí como con ser asociado a sus personajes, algo que considera frustrante, ya que le gustaría que la gente aprendiera a distinguir entre el actor y los distintos papeles que ha interpretado. Y eso que en la filmografía de Elba -con títulos como Pacific Rim, Luther o La Torre Oscura- no hay ningún personaje vergonzoso u odioso.
Megan Fox
Además de haberse quejado de la fama ella misma, Megan Fox ha tenido que recibir quejas de gente que no entiende por qué lo hace. Ella lo tiene claro: haber interpretado el papel de 'sex symbol' ha hecho que los fans solo la vean de esa manera y no descubran todo su potencial. Al parecer, todavía hay quien opina que la belleza y el dinero lo son todo y no entienden que haya personas que busquen algo más.
Jennifer Lawrence
Jennifer Lawrence, gracias a su papel de Katniss en Los Juegos del Hambre, ha expresado en multitud de ocasiones su incomodidad por ser una cara conocida. En su caso, lo entendemos de sobra, ya que fue víctima de unos 'hackeos' que expusieron su vida íntima ante todo el mundo, generándole un gran malestar que ha afectado a su carrera. También por eso ha explicado que es maleducada con sus fans. Esto lo entendemos menos.
Daniel Radcliffe
Daniel Radcliffe sabe que siempre va a ser asociado con Harry Potter, un icono de una generación que hace difícil que pase inadvertido. Por eso ha explicado que se considera alguien normal y que odia que intenten convencerlo de que es una gran estrella. Además, intenta llevar una vida discreta y evitar a los paparazzi lo máximo posible.
Robert Pattinson
A pesar de haber sido Cedric Diggory en Harry Potter no fue hasta que se convirtió en Edward Cullen en la saga Crepúsculo cuando Pattinson se transformó en una cara reconocida internacionalmente y en un ídolo adolescente. Fue un cambio tan drástico que, sin embargo, Pattinson no le guarda mucho cariño a la franquicia que le hizo famoso y tampoco le gusta ese estatus, ya que le hace sentir "solo y aislado".
Kristen Stewart
La otra protagonista de Crepúsculo, Kristen Stewart, tampoco se siente cómoda estando en el foco de atención. Considera desagradable la fama y no entiende como alguien puede aspirar a ella. Seguramente por eso haya decidido centrar su carrera en el cine independiente y protagonizar títulos como Personal Shopper o Lizzie.
Shia LaBeouf
Puede sonar sorprendente, pero a pesar de la tendencia a llamar la atención que tiene Shia LaBeouf con sus polémicas declaraciones y acciones excéntricas, el actor asegura que odia ser famoso porque los intérpretes "están esclavizados". Teniendo en cuenta que empezó su carrera muy joven de la mano de Disney Channel quizá no sea tan extraño que opine de esta manera y que asegure que no pueden ser personas reales, pues están obligados a ser la cara de una película o serie.
Jack Gleeson
Interpretó tan bien al odioso Joffrey Baratheon en Juego de Tronos que hubo quien no supo separar ficción y realidad. El odio del público por el personaje de Jack Gleeson llegó hasta el punto de que recibía amenazas. Por ese motivo Gleeson decidió abandonar el mundo de Hollywood para centrarse en pequeñas obras –como una sobre osos en el espacio- y en estudiar Filosofía y Teología. Además, aclaró que está en contra de la adoración de 'celebrities', pues opina que es malo tanto para el famoso como para el fan.