Hace un par de años que se ha alejado por completo de su trabajo como actor debido a la enfermedad que padece, pero Bruce Willis ha dejado su huella en el cine y nada puede arrebatarle su condición de auténtica estrella de Hollywood, así como los buenos recuerdos que nos ha dejado en forma de personajes como el de David Addison en Luz de luna, John McClane de la saga Jungla de Cristal, Butch Coolidge en Pulp Fiction o Malcolm Crowe en El sexto sentido.
Por citar solo algunos, eso sí, porque Bruce Willis también derrochó carisma en La muerte os sienta tan bien, El último boy scout, 12 Monos, Looper o, por supuesto, Armageddon, que es sin duda una de las películas más famosas de su trayectoria.
Precisamente de Armageddon, la película de ciencia ficción y desastres dirigida por Michael Bay estrenada en 1998, se acordaba recientemente el prolífico productor Jerry Bruckheimer en entrevista con People, recodando 26 años después del rodaje cómo de impresionado se quedó con la actitud siempre generosa de Willis, siempre atento de agradecer su trabajo a todas las personas que hacían posible el día a día en el set.
Según contaba Bruckheimer, quien fue productor ejecutivo de la película escrita por J.J. Abrams, Bruce Willis no tenía ningún problema a la hora de dar dinero en efectivo al equipo con el objetivo de asegurarse de que "tenían una buena paga extra al final de cada semana". Según explica, el equipo que trabajaba en el set de la película, que Willis coprotagonizó con Billy Bob Thornton, Liv Tyler y Ben Affleck, organizaba sorteos semanales y el actor siempre se aseguraba de hacer que el premio fuese muy bueno aportando de su bolsillo interesantes cifras de dinero.
Bruce es un gran tipo. Era tan generoso con el equipo. Hacían sorteos [de dinero en efectivo] y el siempre ponía un montón de dinero en el sombrero, así que los miembros del equipo podían siempre llevarse una buena paga extra al final de la semana, quien fuera que lo ganase
Ha pasado mucho tiempo después de aquello, pero Bruckheimer tiene claro que Willis es un "tipo generoso" y un "buen amigo".
En la película, Bruce Willis interpretaba a Harry S. Stamper, un perforador de petróleo con gran experiencia que se convierte en la mejor baza de la NASA cuando descubren que un gigantesco asteroide está a punto de chocar con el planeta Tierra. Sin apenas tiempo, deciden que la mejor solución es perforar el asteroide para introducirle una bomba nuclear que lo haga explotar en pedazos y ahí es donde entra en juego Stamper, quien acepta la misión con la única condición de que él elegirá a su equipo.
Con una recaudación de 553 millones de dólares, la película fue la película más taquillera de 1998.
Tras anunciarse su retirada de la actuación en 2022 tras su primer diagnóstico de afasia, en 2023 supimos que Bruce Willis sufre de demencia frontotemporal, una enfermedad neurodegenerativa que ha afectado directamente a la comunicación. Al igual que Bruckheimer, muchas personalidades de la industria han aprovechado para elogiar el trabajo, compañerismo y resto de cualidades de Willis en los últimos años.