Alejandro G. Calvo, crítico y 'publisher' de SensaCine, reúne en un vídeo -y en la lista que puedes consultar a continuación- las 30 mejores películas del 2021. La cifra del top es, sin duda, una gran noticia, ya que significa que el año que ya termina ha estado lleno de estrenos. Venimos de un periodo fatídico para la industria del cine. A causa de la pandemia, las producciones se han visto paralizadas y los cines han permanecido cerrados más tiempo del que quisiéramos, pero poder destacar 30 de los estrenos del 2021 es gracias al esfuerzo de las distribuidoras y los exhibidores por mantenerse a flote en mitad de la tormenta.
Este tipo de clasificaciones siempre generan controversia y no hay que olvidar la famosa frase de "son todas las que están pero no están todas las que son". Algunas películas son disfrutables y merecerían ocupar su propio puesto en el ranking, como es el caso de El último duelo, de Ridley Scott, pero hay que filtrar de algún modo y, aunque la lista original de lo mejor del año de Alejandro G. Calvo llegaba a los 50 títulos, ha tenido que reducirse.
Entre lo destacado, hay de todo, desde pequeñas producciones francesas hasta grandes proyectos de Hollywood, desde cintas españolas que pertenecen a su propio género hasta desoladores relatos bosnios, desde comedias surrealistas hasta dramas absolutos... "Creo que ha quedado un top muy bonito, ecléctico, con muchas cosas distintas. Me lo he pasado muy bien este año viendo cine. Ha sido un gran año en lo cinematográfico y ya solo por eso todos deberíamos estar felices", anuncia el crítico antes de pasar a enumerar las 30 mejores películas del 2021.
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30. 'Spider-Man: No Way Home' de Jon Watts (2021)
En un año extraño para Marvel, donde a través de series y películas, ha ido tejiendo los primeros mimbres de lo que será su nuevo universo renovado, la película que realmente ha sabido estar a la altura de sus precedentes ha sido la impresionante Spider-Man: No Way Home, casi un Endgame para Peter Parker. Un multiverso de emociones y acción que rinde homenaje a las sagas anteriores (Sam Raimi y Marc Webb) sin dejar, por ello, de iluminar un futuro esperanzador.
29. 'Las leyes de la frontera' de Daniel Monzón (2021)
Adaptación de la novela homónima de Javier Cercas, la película de Daniel Monzón, ahonda sus raíces en el cine quinqui de los años 70, para construir un thriller de atracos con sabor a calle, porros, tiros, bares y sexo en lavabos. El manejo, maestro, del suspense y la acción del director, punteado con la sensacional música de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba y el despunte interpretativo de Begoña Vargas y Chechu Salgado, hacen de Las leyes de la frontera todo un hit.
28. 'Mandíbulas' de Quentin Dupieux ('Mandibules', 2020)
Dupieux, todo un terrorista del humor-bizarro-absurdo, logra su mejor película desde Rubber (2010), robándole el título al clásico de Steven Spielberg, con esta Mandíbulas. La ecuación que surge de sumar dos tarugos muy tarugos y una mosca gigante a la quieren entrenar como mascota-roba bancos, termina por ser un desenfreno de gags desternillantes así como un canto a la amistad caiga quien caiga. ¡Toro!
27. 'Despierta la furia' de Guy Ritchie ('Wrath of Man', 2020)
Western urbano que va de lo ascético a lo categórico, vaya, de los gestos silenciosos del samurai a la matanza bárbara a lo Sam Peckinpah, Despierta la furia nos descubre al Guy Ritchie más clásico que, alejado de la parafernalia posmoderna con la que suele trufar sus films, nos entrega un thriller de atracos con vendetta amagada, donde Jason Statham vuelve a demostrar que en esto de pegar hostias y tiros, pocos le superan.
26. 'Summer of Soul' de Questlove ('Summer of Soul… Or When The Revolution Could Not Be Televised', 2021)
Cincuenta años han estado enterradas en un subsótano las imágenes del Festival Cultural de Harlem de 1969, hasta que Questlove, el emblemático líder de The Roots, las ha recuperado para construir un rockumentary histórico, lo mejor en materia documental del año junto a The Velvet Underground de Todd Haynes. Summer of Soul captura en sus dos horas, ya no sólo, la mejor música soul del momento, sino una foto definitiva de lo que significaba ser negro en América en plena lucha de los derechos civiles.
25. 'Spencer' de Pablo Larraín (2021)
Tras sus retratos impresionistas de Pablo Neruda y Jackeline Kennedy, el cineasta chileno Pablo Larraín aborda en Spencer la figura de la princesa Diana de Gales, a modo de alegoría terrorífica -los ecos de El resplandor están por todas partes- en un devenir opresivo, como de pesadilla en slow motion, de la princesa atrapada en habitaciones, pasillos y lavabos de palacio, sumida en una aflicción constante y al borde de la rotura emocional. Kristen Stewart se transmuta en Lady Dy en un exigente equilibrio de entereza y suplicio, el lado oscuro de cualquier princesa Disney.
24. 'Madres paralelas' de Pedro Almodóvar (2021)
Mucho más apreciada en su recorrido internacional que en el nacional, Madres paralelas, la última película de Almodóvar, cruza el melodrama marca de la casa -dos madres solteras enfrentándose a embarazos inesperados- con una defensa a ultranza de la memoria histórica. Film político, pues, donde lo realmente impresionante surge del drama doméstico y del discurso del realizador manchego a través de una espectacular Penélope Cruz, exigiendo a la juventud que para valorar su presente individual deben enfrentarse al pasado colectivo.
23 - '¡Al abordaje!' de Guillaume Brac ('À l’abordage', 2020)
Dentro del magnífico año que ha tenido el cine francés no hay que olvidar esta brillante comedia sobre la amistad y el romance o, mejor aún, sobre la bondad que aún existe en las personas y lo azaroso que pueden llegar a ser las historias de amor en vacaciones. ¡Al abordaje! es una película que parece pequeña y de apariencia sencilla, cuando en realidad lo que hace es tremendamente difícil: construir una comedia de altura sin necesidad de grandes gags o de alzar la voz más de lo necesario. Una delicia, vamos.
22 - 'The Empty Man' de David Prior (2020)
Llamada a ser una pieza de culto para los fans del cine de terror del futuro, The Empty Man tuvo un estreno indigno en nuestro país, normal que pasara totalmente desapercibida pese a ser una de las muestras más potentes de cine de terror de los últimos años. Con ecos al j-horror, nivel Kairo o The Ring, la película de Prior somete al horror místico con pre-aviso a sus protagonistas cruzando las sectas oscuras y la tragedia familiar con asesinatos de lo más visceral y terrorífico. Debería convertirse en saga.
21 - 'Los Mitchell contra las máquinas' de Michael Rianda y Jeff Rowe ('The Mitchells vs The Machines', 2021)
Con producción de Phil Lord y Christopher Miller (calidad otorga), Los Mitchell contra las máquinas ha acabado por parecerme la mejor película de animación de 2021 -en segundo lugar pondría La cumbre de los dioses de Patrick Imbert-. Película rapidísima, tronchante e imaginativa, resulta tan contundente en la distancia corta -la obra está ametrallada de detalles en cada plano- como en el gag de larga duración -ojo a la secuencia en el centro comercial-. Porque también ésta es una de las grandes comedias del año.
20. 'La liga de la justicia de Zack Snyder' de Zack Snyder ('Zack Snyder’s Justice League', 2021)
La presión de los fans logró lo que parecía imposible: que Zack Snyder pudiera acabar su película de La Liga de la Justicia tal y como la había imaginado, en vez del desastre que acabó estrenándose. El resultado es una película de una ambición demencial, megalomaníaca y solipsista a partes iguales, como si se tratara de una ópera superheroica de cuatro horas de duración con un Snyder desatado aplicando cámaras lentas por doquier y creando imágenes y secuencias de una fuerza aplastante. Una lástima que no se pudiera ver en pantalla grande.
19. 'Lamb' de Valdimar Jóhansson (2021)
Ganadora por partida doble en Cannes, sección Un certain regard, y en Sitges, Lamb, debut en la dirección del realizador islandes Valdimar Jóhansson y estrenada bajo el paraguas de A24, es una slow movie de raigambre fantástica: una pareja aislada en una granja se enfrentan a lo inenarrable, el nacimiento de una criatura mitad oveja mitad humana a la que decidirán criar como su propia hija. Amor maternal y terror mitológico se cruzan en una película fría en sus formas pero tremendamente cálida en su interior.
18. 'Última noche en el Soho' de Edgar Wright ('Last Night in Soho', 2021)
El director de Arma fatal y Baby Driver estiliza aún más las formas de su cine para lanzarnos a una pesadilla con flow de musical moderno y espíritu del giallo más sanguinario. Las actrices Thomasin McKenzie y Anya Taylor-Joy se desdoblan de manera deslumbrante en Última noche en el Soho, una película que acuchilla la nostalgia e induce al empoderamiento por la vía del crimen atroz. Con una puesta en escena lúdica y lasciva a partes iguales, Wright se confirma como uno de los cineastas más dotados a la hora de hacer bailar imágenes que sacuden y seducen sin miramientos.
17. 'Quo vadis, Aida?' de Jasmila Zbanic (2020)
Demoledora crónica de uno de los hechos más aberrantes y deleznables de la historia moderna: la matanza (el genocidio) de ocho mil civiles en la ciudad de Srebrenica a manos del ejército serbio en 1995. La película recorre los hechos reales siguiendo los pasos de su desesperada protagonista, Aida (magnífica Jasna Djuricic), tratando de salvar la vida de su marido e hijos, frente a la ineptitud absoluta de los soldados de la ONU y la crueldad inenarrable de sus ejecutores. El horror real es retratado tal cual es: sin tapujos ni medias tintas, convirtiendo la película de Zbanic, Quo vadis, Aida?, en un valiosísimo testimonio de nuestro tiempo.
16. 'Nomadland' de Chloé Zao (2020)
Antes de ponerse a sueldo de Marvel, la directora de origen chino Chloé Zhao, se alzó con el Oscar a Mejor Película con Nomadland. Crudo y sincero relato de la Norteamérica de la debacle económica que sigue los pasos de una mujer nómada -la también ganadora del Oscar Frances McDormand- de trabajo horrible a trabajo horrible, haciéndole una cremallera al mapa de los EEUU retratando por igual la miseria existente como el optimismo vital de quién, cómo ya ha perdido todo, no tiene más por lo que sufrir. En sus mejores momentos recuerda a Las uvas de la ira de John Ford.
15. 'Espíritu sagrado' de Chema García Ibarra (2021)
Mientras el stablishment patrio sigue prefiriendo la corrección formal de películas, nada desdeñables, como El buen patrón o Maixabel, el denominado como “otro cine español” (un término que no me gusta nada, por otro lado), sigue produciendo películas de la talla de Quién lo impide de Jonás Trueba, Tres de Juanjo Giménez o esta absoluta genialidad llamada Espíritu sagrado. Chema García Ibarra, multipremiado realizador por su obra en corto, viste de largo su particularísimo micro-mundo de perdedores, freaks y nerds de alma sensible pero pocas luces, en una película brutal, que bajo apariencia cómica esconde una tristeza y un horror insondable.
14. 'Tiempo' de M. Night Shyamalan ('Old', 2021)
No parece que el director de El sexto sentido esté congeniando con el público con sus últimas películas. Una lástima porque en lo que a mí respecta, tanto Glass -magnífico cierre de su trilogía meta-superheroica- como esta Tiempo, siguen mostrando que Shyamalan es de los mejores directores a la hora de plantear una tan inteligente como calculadísima puesta en escena a la hora de narrar el terror que atrapa a sus personajes. Cada plano, cada movimiento de cámara, cada fuera de campo, están medidos en Tiempo para que tanto el horror como la sorpresa (y también cierta ternura) sacudan y conmuevan por igual al espectador.
13. 'Otra ronda' de Thomas Vinterberg ('Druk', 2020)
El cineasta danés Thomas Vinterberg, que ya tenía en el bolsillo dos joyas del tamaño de Celebración y La caza, logró con Otra ronda alzarse con el Oscar a Mejor película de habla no inglesa. Su película, un canto a la amistad masculina y a ceder a las deidades del alcohol como fuga de una vida anodina, maneja con mano maestra comedia y drama, tan potente cuando sabe captar la euforia de una noche de risas con los amigos, como contundente a la hora de trazar el drama real de quién se abandona y condena a la dipsomanía. El baile final de Mads Mikkelsen es ya historia del cine.
12. 'Fue la mano de Dios' de Paolo Sorrentino ('È stata la mano di Dio', 2021)
El cineasta napolitano, ahora mismo, uno de los directores internacionales más queridos y respetados, logra su mejor película tras ese tótem llamado La gran belleza. Si Sorrentino siempre ha coqueteado con el ser un nuevo Fellini, en Fue la mano de Dios directamente busca crear su Amarcord: un regreso romántico, divertido y melancólico, a su infancia, marcada por una familia muy berlanguiana y con Diego Armando Maradona como astro que lo ilumina todo. Sorrentino se despoja de su barroquismo habitual para acercarnos un relato bellísimo del fin de la inocencia, convirtiendo su mirada íntima y personal en una mirada universal.
11. 'Benedetta' de Paul Verhoeven (2021)
El esperado regreso del cineasta holandés, siempre ligado a la irreverencia y a la polémica, y autor de una filmografía intachable. Vamos: Los señores del acero, El cuarto hombre, Robocop, Instinto básico, Starship Troopers, El libro negro, Elle… todas magníficas, estuvo a la altura de lo deseado. La tremenda historia de Benedetta, monja lesbiana que se piensa mística y acaba resultando diabólica, es un akelarre en toda regla que sacude los cimientos de la corrección política imperante y diluvia lascivia se toque por donde se toque. Jess Franco y Walerian Borowczyk, estarán sonriendo en el infierno.
10. 'El poder del perro' de Jane Campion ('The Power of the Dog', 2021)
Otro regreso esperadísimo, el de la directora neozelandesa Jane Campion, que llevaba desde 2009 -año de Bright Star- sin entregarnos nuevo largometraje. El poder del perro es un western queer, tan brutal y delicado como lo fue en su día Brokeback Mountain, que retrata la historia de amistad, bullying y amor, entre un cowboy rudo y abrupto -tremendo Benedict Cumberbatch- y un joven pie tierno de alma retorcida. Película de narrativa sinuosa y telúrica con personajes frágiles y complejos, logra un equilibrio imposible entre dureza y sensibilidad con unas imágenes que van de lo concreto, incluso de lo fragmentado, a lo abierto y general de una forma absolutamente increíble.
9. 'West Side Story' de Steven Spielberg (2021)
A mí, que West Side Story haya sido un batacazo tremendo en taquilla, me hace perder fe en la humanidad. La tarea, titánica, quizás innecesaria también, de Steven Spielberg a la hora de realizar un remake del maravilloso clásico homónimo de Robert Wise, con música de Leonard Bernstein y letra de Stephen Sondheim, se ve totalmente colmada respecto a sus expectativas. West Side Story es una absoluta maravilla. Una lección magistral de cine clásico -o neoclásico, si eso gusta más- donde Spielberg vuelve a demostrar, por la vía del musical clásico, un género como el western, también abandonado, que es uno de los cineastas más importantes de la historia. No perdáis ocasión de verla.
8. 'Maligno' de James Wan (Malignant, 2021)
Sin duda la película que más lecturas contrapuestas y enfrentadas ha protagonizado este 2021, Maligno. La nueva cinta de James Wan, tras sus escarceos con el blockbuster en Fast & Furious 7 y Aquaman, me parece una película de terror soberbia, implacable, invencible… que acumula en sí mismo distintos estilos, distintas formas de abordar el género: el j-horror, el giallo, el slasher, el gore, con imágenes que van de la crudeza malsana de la exploitation a la gran secuencia de acción del blockbuster, es… es… es… ¡increíble! Porque todo cuaja en este pandemonium tan jocoso como violento, incluyendo a una espectacular Annabelle Wallis dando vida a un nuevo monstruo que se convierte, de forma instantánea, en un nuevo icono del género.
7. 'La ruleta de la fortuna y la fantasía' de Ryûsuke Hamaguchi ('Gûzen to sôzô', 2021)
El cineasta japonés Ryûsuke Hamaguchi ha sido uno de los grandes nombres de este año, siendo capaz de entregar no una, sino dos películas maravillosas. Me refiero a Drive My Car, presentada en Cannes y que se estrenará el año que viene, y La ruleta de la fortuna y la fantasía, presentada en Berlín. En ésta última, Hamaguchi, trenza tres historias con mujeres protagonistas enfrentadas a distintas fracturas emocionales surgidas de los juegos fatales del amor y el desamor. Tres mini películas en sí mismas de una belleza aplastante, con una puesta en escena muy marcada -hay un zoom a un rostro que podría firmar el propio Hong Sang-soo- y unas historias que compaginan tonos y dilemas morales y que posee una de las mejores seducciones del cine reciente.
6. 'Annette' de Leos Carax (2021)
“So May We Start?” Leos Carax, uno de los nombres clave del cine contemporáneo, siempre trabajando a contracorriente, fuera de toda moda o paradigma, siempre explorando las capacidades de la imagen cinematográfica para emocionar, convulsionar y fascinar, nos noqueó a todos este año al asociarse con el grupo Sparks dando pie a un meta-musical que exploraba por igual la violencia machista, la explotación de los niños-estrella y la vanidad insoportable del artista devorado por su propio ego: Annette. Y en medio de todo ello un Adam Driver de entrega suicida, puro talento desbocado incluso en su propia fisicidad. Driver canta, baila, hace monólogos, folla, se retuerce y se derrumba como si esto de ser actor fuera lo más fácil del mundo.
5. 'El caballero verde' de David Lowery (The Green Knight, 2021)
Otro estreno que se nos escamoteó en gran pantalla, la última película de un cineasta que no para de crecer, el norteamericano David Lowery, el director, recordemos, de A Ghost Story, El caballero verde nos lleva de regreso a la aventura artúrica a través de la fantasía más tenebrosa. Con un uso de la elipsis superlativo -a ver si es fácil condensar toda una vida en un hachazo- y una puesta en escena enmudecedora y… también mutante, que se adecúa constantemente a la micro-aventura que esté corriendo en ese momento el aspirante a caballero al que da vida Dev Patel. Terrorífica por momentos, dramática cuando se pone amarga y emocionante al asomarse al abismo de la vida y la muerte, El caballero verde deja claro que David Lowery va a ser uno de los cineastas claves de los próximos años.
4. 'Petite maman' de Céline Sciamma (2021)
El milagro Sciamma -recordemos, directora de esa obra maestra absoluta llamada Retrato de una mujer en llamas- toma cuerpo de nuevo en esta pequeña película en duración, apenas 70 minutos, pero gigante en su alcance emocional. Dos niñas pequeñas se hacen amigas y empiezan a jugar juntas mientras una de ellas ayuda a sus padres a vaciar la casa de su abuela recién fallecida. Una premisa mínima, que da pie a un seguido de juegos infantiles donde las niñas descubrirán, por la asombrosa vía del fantástico, que un secreto alucinante las une. Petite maman se descubre así como un relato absoluto sobre el amor materno-filial, donde Sciamma usa los mínimos elementos para erigir, bueno, lo he dicho al empezar, un auténtico milagro cinematográfico.
3. 'Dune' de Denis Villeneuve (2021)
Y de una película pequeña pasamos al mega-blockbuster de autor del 2021. Porque Dune, como ya lo fue en su día Blade Runner 2049, es exactamente eso: un proyecto de encargo, en este caso, una nueva adaptación de la novela de Frank Herbert, más que un remake del film de David Lynch de 1984, donde el cineasta canadiense impone una impronta tremendamente personal a una película gigantesca en cualquier aspecto que se quiera tocar: épica dramática shakespeariana, diseños sci-fi apabullantes (en naves, planetas, armas, etc), definición milimétrica de cada casta, un reparto de estrellas de máximo nivel, Hans Zimmer aporreando sin piedad la tensión arterial de los oyentes… y, con todo ello, Villeneuve, como Christopher Nolan o Steven Spielberg, se crece como un domador de imágenes inclementes, entrando sin pudor en la misma liga de los escasos autores capaces de dejar su huella en una mega producción de tal calibre.
2. 'El contador de cartas' de Paul Schrader ('The Card Counter', 2021)
Paul Schrader, setenta y cinco años de edad, 45 años desde que escribiera Taxi Driver, 43 desde su debut cinematográfico con Blue Collar, sin despeinarse, y como ya lo hiciera también en 2017 con El reverendo, nos ha entregado una de las grandísimas películas del año, una nueva cumbre del post-noir, tan influenciada por los samurais modernos de Jean Pierre Melville como, por claro, Robert Bresson y su Pickpocket. Que es la tercera vez que Schrader adapta de forma bastarda Pickpocket (de hecho uno casi podría decir que lleva toda la vida haciéndolo). En El contador de cartas nuestro samurai, Oscar Isaac, el nuevo Al Pacino, juega al black jack, escribe su diario, se encierra en moteles, cambia de casino, repetición más repetición bressoniana que empezará torcerse y violentarse tras cruzarse con un joven hijo de un compañero muerto del ejército. Schrader en modo ultra depurado, ultra finísimo, ultra violento también (aunque en fuera de campo). Vamos, que es de 2021, pero podría ser perfectamente de 1971. Y ese plano final, hay que enmarcarlo y colgarlo encima de la chimenea esta navidad.
1.. 'Titane' de Julia Ducournau (2021)
Y frente a la veteranía de Schrader, y mi particularísima medalla de Oro del 2021, está la realizadora francesa Julia Ducournau. de 38 años; Titane es su segundo largometraje tras su impactante debut Crudo en 2016. Palma de Oro del Festival de Cannes. Película sin medias tintas, radical tanto en la forma como en el contenido, es normal que genera animadversiones frente a lo visceral de su propuesta. En mi caso, estoy totalmente rendido a esta mezcla casi grotesca de estilos libidinosos: Cronenberg, por partida doble, el de la nueva carne y el que cruza el sexo con accidentes de automóvil; De Palma, con ese estilizadísimo plano secuencia que arranca la película, pero también que esa puesta en asombro del brutal baile queer en la estación de bomberos e, incluso, Mario Bava, con esa bahía de sangre derramada cuando la protagonista se pone a acuchillar cuerpos sin control. Y detrás de toda esa brutalidad o quizás, directamente en el corazón de tanta barbarie, esta el amor herido y desatado de un padre -Vincent Lindon, probablemente también la mejor interpretación del año- que, ante la pérdida de su hijo, adopta a esta chicha-chico que supura aceite de motor, abrasando los límites de la paternidad en un pacto entre perdedores despreciados por la vida a la caza de un mínimo resquicio de aceptación, de comprensión, de amor, en definitiva. Titane no es una película que busque consenso porque al igual que muchas de las grandes películas de la historia del cine -como Mulholland Drive, como Fellini Ocho y Medio, como Carretera asfaltada en dos direcciones, como Tropical Malady, como Saló o los 120 días de Sodoma, como Suspiria o como El dinero- pertenece a un universo tan particular y tan extremo al mismo tiempo, que o te colma o te expulsa. En mí caso, ya lo veis, me cuento entre los primeros y así lo celebro. Larga vida al cine.